viernes, 11 de abril de 2014

Pecado y perdón


Sal 130. 3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? 4 Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado

¿Qué es perdonar?

Ro 3.25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,

Is 43.25 Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.
Je 31. 34 porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.

¿Qué perdona?
 1 Jn 5.17 Toda injusticia es pecado

Je 31. 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.
Gn 6.5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Gn 50.17 Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban.

Éx 34.9 Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros; porque es un pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por tu heredad.
Gn 49. 5 Simeón y Leví son hermanos; Armas de iniquidad (Entiendo que es maltrato con violencia del tipo que sea: verbal, física…) sus armas. 6 En su consejo no entre mi alma, Ni mi espíritu se junte en su compañía. Porque en su furor mataron hombres, Y en su temeridad desjarretaron toros. 7 Maldito su furor, que fue fiero; Y su ira, que fue dura.
Is 29.20 Porque el violento será acabado, y el escarnecedor será consumido; serán destruidos todos los que se desvelan para hacer iniquidad,
Is 30. 12 Por tanto, el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado; 13 por tanto, os será este pecado como grieta que amenaza ruina, extendiéndose en una pared elevada, cuya caída viene súbita y repentinamente.

Incredulidad: Jn 16. 9 De pecado, por cuanto no creen en mí;
Jn 8 23 Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. 24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis
Jn 15.22 Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado.
Jn 15.24 Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre.

Rebelión: Je 33. 8 Y los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí (devolver mal por bien); y perdonaré todos sus pecados con que contra mí pecaron, y con que contra mí se rebelaron (desobedecieron)

Mt 6. 14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Impiedad : Je 5.1 [Impiedad de Jerusalén y de Judá] Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e informaos; buscad en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay alguno que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonaré.
Lc 18.7 Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
Jn 7.19 ¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley?
Dt 8.11  [Amonestación de no olvidar a Dios] Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy;
Sal 9.17 Los malos serán trasladados al Seol, Todas las gentes que se olvidan de Dios.
Je 18.15 Porque mi pueblo me ha olvidado, incensando a lo que es vanidad, y ha tropezado en sus caminos, en las sendas antiguas, para que camine por sendas y no por camino transitado
 Is 55. 7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

Ruindad: Is 32. 6 Porque el ruin hablará ruindades, y su corazón fabricará iniquidad, para cometer impiedad y para hablar escarnio contra Jehová, dejando vacía el alma hambrienta, y quitando la bebida al sediento.

Mentira: Is 32. 7 Las armas del tramposo son malas; trama intrigas inicuas para enredar a los simples con palabras mentirosas, y para hablar en juicio contra el pobre.
Is 5.20 ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
Jn 8.44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado (mentira)? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?

Ingratitud:Lc 6.35Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.
Mal 1.6 El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?
   
¿Qué dice sobre la gravedad de un pecado?
Nm 15. 24 si el pecado fue hecho por yerro con ignorancia de la congregación, toda la congregación ofrecerá un novillo por holocausto en olor grato a Jehová, con su ofrenda y su libación conforme a la ley, y un macho cabrío en expiación. 25 Y el sacerdote hará expiación por toda la congregación de los hijos de Israel; y les será perdonado, porque yerro es; y ellos traerán sus ofrendas, ofrenda encendida a Jehová, y sus expiaciones delante de Jehová por sus yerros. 26 Y será perdonado a toda la congregación de los hijos de Israel, y al extranjero que mora entre ellos, por cuanto es yerro de todo el pueblo.
27 Si una persona pecare por yerro, ofrecerá una cabra de un año para expiación. 28 Y el sacerdote hará expiación por la persona que haya pecado por yerro; cuando pecare por yerro delante de Jehová, la reconciliará, y le será perdonado. 29 El nacido entre los hijos de Israel, y el extranjero que habitare entre ellos, una misma ley tendréis para el que hiciere algo por yerro.

30 Mas la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jehová; esa persona será cortada de en medio de su pueblo.31 Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehová, y menospreció su mandamiento, enteramente será cortada esa persona; su iniquidad caerá sobre ella.
Dt 17.12 Y el hombre que procediere con soberbia, no obedeciendo al sacerdote que está para ministrar allí delante de Jehová tu Dios, o al juez, el tal morirá

De la soberbia nace
--La rebelión: Sal 19.13 Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
La violencia: Salmos 73.6 Por tanto, la soberbia los corona; Se cubren de vestido de violencia.
El error, la mentira y la maldición: Sal 59.12 Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, Sean ellos presos en su soberbia, Y por la maldición y mentira que profieren.
Je 49.16 Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón.

¿Qué enseña Jesús sobre el perdón?
---En forma de parábola:
Mt 18. Los dos deudores
23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. 29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.

En oración:
Mt 6. 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y añade: 14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

En las ofensas entre hombres, los pecados contra hombres, se debe buscar el perdón del ofendido. Es la condición para que el Padre Celestial también perdone. Ya dijo por boca de Isaías:
Is 1. 16 Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; 17 aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda. 18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. 19 Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra

En cuanto a las ofensas a Dios Jesús viene a 2 Co 5.19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
Su misma venida es, desde el inicio, la muestra del Dios perdonador porque no teniendo en cuenta sus pecados anteriores envía al Hijo
Jn 3. 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
Mt 1.21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Salva del pecado porque lo quita: Jn 1.29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

¿Cómo lo hace?
Lc 23.34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.


Lo hace declarando que son ignorantes. Desde ahí se entiende lo que dice del uso de las parábolas
Mr 4.11 Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; 12 para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados.
Porque si no los declara ignorantes sino que sí saben entonces  Jn 9.41 Jesús les respondió: Si fuerais ciegos (espirituales), no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos (entendemos espiritualmente), vuestro pecado permanece.

Según lo visto anteriormente en la distinción entre gravedad del pecado al declararles ignorantes califica el pecado como de yerro por ignorancia con lo cual la congregación, el pueblo, puede ser perdonado por la expiación del pecado. Y la expiación la hace Jesús con su sangre derramada. En un día quitó el pecado (Zc 3.9)
En sentido espiritual sangre es vida (Génesis 9.4 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.) Y Jesús, en la cruz da lo máximo de su vida porque ahí desvela, en culmen, al Amor. Frente al egoísmo el altruismo, frente a la impiedad su piedad, frente a la maldad la bondad, frente a la rebelión la obediencia, frente a la incredulidad su fe… Por eso creo entender que la expresión “el amor cubrirá multitud de pecados” se podría aplicar a lo que hace Jesús, su amor “cubre” la multitud de pecados de su pueblo.
Por poner una imagen (no sé si muy acertada) sería como decir que si  el cómputo del pueblo judío estaba en números rojos (por la acumulación de sus pecados, su imperfección) un judío, Jesús, por su perfección lo compensa.
Esta parte se correspondería con el finiquito del Antiguo Pacto con un pueblo, el judío.

Esto en cuanto al pueblo en general, en cuanto a personas concretas dice:
Mt 26.28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.
Esos muchos por los que derrama su sangre remitiendo los pecados son
--David: Gn 9. 6 El que derramare sangre de hombre (David derrama la de Urías), por el hombre su sangre será derramada (Jesús derrama su sangre en lugar de David); porque a imagen de Dios es hecho el hombre (Jesús).

--La descendencia de David: Sal 89. 30 Si dejaren sus hijos mi ley, Y no anduvieren en mis juicios, 31 Si profanaren mis estatutos, Y no guardaren mis mandamientos, 32 Entonces castigaré con vara su rebelión, Y con azotes sus iniquidades.
 ¿Por qué hace esto?
Porque había hecho un pacto individual con David y si bien éste no fue fiel,  Dios sí lo es. Y de la descendencia de David iba a sacar otro David que llevaría a cabo el formar una familia (casa) para Dios.
Lo dicho respecto a la expiación por la congregación pienso valdría también respecto a ellos, solo que hay otro aspecto dentro del perdonar a David y sus descendientes que es el aspecto de redención.

En el AT se habla de un pueblo redimido de la esclavitud de Egipto
1 Cr 17.21 ¿Y qué pueblo hay en la tierra como tu pueblo Israel, cuyo Dios fuese y se redimiese un pueblo, para hacerte nombre con grandezas y maravillas, echando a las naciones de delante de tu pueblo, que tú rescataste de Egipto?
y de su Redentor Jehová de los Ejércitos.
Is 47. 4 Nuestro Redentor, Jehová de los ejércitos es su nombre, el Santo de Israel.
Él les cuida, protege, corrige…Cuando van deportados a Babilonia lo viven como un castigo por sus pecados y cuando vuelven de nuevo lo viven como una redención, una liberación.
Is 43.14 Así dice Jehová, Redentor vuestro, el Santo de Israel: Por vosotros envié a Babilonia, e hice descender como fugitivos a todos ellos, aun a los caldeos en las naves de que se gloriaban.
Es en esta época cuando toman más conciencia de que su exilio ha sido consecuencia de sus pecados, esto influirá para pasar a una concepción menos materialista-física de lo que es la redención, es decir, para pasar a un sentido de liberación del pecado que es a lo que viene Jesús
Jn 8. 34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

Simultáneamente también se nota una evolución a lo largo del AT en el sentido de individualización de la redención. Si al principio se habla de una redención colectiva progresivamente se aplica el mismo lenguaje a una persona concreta, así David exclama
Sal 19. 14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

David sabe que ha pecado y que tendrá un Redentor, alguien que le liberará del pecado
Job 19. 25 Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo;
Sal 49.15 Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol, Porque él me tomará consigo

David, el rey que 1000 años aC cayó en pecado, que no pudo ser la imagen del Rey del cielo en la tierra, podrá serlo en su descendiente, el David que sea a imagen de Jesús
Je 23.5 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.
Ez 37. 24 Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra.

Y esto será así porque de la misma forma que por los judíos ser liberados de Egipto pasaron a ser pueblo de Jehová de los Ejércitos, los liberados del pecado pasan a ser pueblo de Dios 1 Jn 3.9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
Hb 1. 13 Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio

Es el matiz de redención como adquisición que hace Jesús al derramar su sangre por David y su descendencia;  es como poner los cimientos para que se pueda dar lo profetizado en Amós 9.11 En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado;
Mal 2. 15 ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios.
1 Cr 22. 10 El edificará casa a mi nombre, y él me será a mí por hijo, y yo le seré por padre

¿Quiere esto decir que el perdón de Dios traído por Jesús sólo era para unos, no para todas las almas que transitaran por este planeta?
No lo entiendo así pues que dice:
Lc 24.47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén
Mt 28.19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
 Is 66.18 tiempo vendrá para juntar a todas las naciones y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria.
Sal 22.27 Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti. 28 Porque de Jehová es el reino, Y él regirá las naciones.29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo, Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.30 La posteridad le servirá; Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.31 Vendrán, y anunciarán su justicia; A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.

¿Hay alguien que no necesita perdón?
1 Jn 1.8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
¿Alguien puede pensar que nunca cayó, aunque sea por ignorancia, en cualquiera de las cosas anteriormente nombradas?

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Esto es lo que me ha surgido en estos dos días meditando y estudiando sobre el perdón. Es lo que hasta el momento creo entender, si bien es más lo que no entiendo que lo que entiendo porque la profundidad de todo ello me excede.
¿Por qué surgió? Porque me desperté en Viernes Santo con el pensamiento puesto en que era el día del perdón y me sentí impelida a adentrarme en él. No estaba ausente de mí el pensar en los millones de almas que han rehusado y rehúsan el perdón por no entender expresiones como “murió por nuestros pecados”, “fue crucificado para el perdón de nuestros pecados” y otras similares que resonaban en mi mente junto con “¿mis pecados? Pero ¡si yo aún no existía! ¿Cómo muere por unos pecados que aún no han sido cometidos?”, frases que he oído alguna vez. Igualmente me venían las sensaciones de rechazo por parte de otros hacia una suerte de amenaza culposa.
Por ello y porque sé que la gente “normal” no podría quizás tampoco seguir el escrito anterior me gustaría poder hablarles en un lenguaje que sí pudieran entender.

Les diría que el perdón no tiene tiempo, como Dios; que así como Jesús es el mismo ayer, hoy y por los siglos lo mismo cabe decir de su obra en la que está el perdón. Que el perdón está ofrecido y que por tanto es opción de uno pedirlo y aceptarlo.
Que igual que uno no se toma un medicamento sino  reconoce que por enfermedad lo necesita, de igual modo no pedirá ni tomará el perdón si no reconoce sus pecados.

En mi mundo actual el término pecado es  para unos tabú; para otros, objeto de rechazo;  es una palabra proscrita. Pienso nace de la ignorancia  de quienes hablaron sobre él y que sumieron durante mucho tiempo a las gentes en una mente que veía pecado en casi todo, desde incumplimiento de ritos montados por hombres a cosas naturales de la parte físico-biológica del hombre. Es como el péndulo de la historia: de volver pecaminosa casi cualquier cosa se ha pasado a desterrar el concepto de pecado.

En el presente escrito creo que he centrado  el tema (o esa era mi intención), prioritariamente, en el pecado contra Dios no en el pecado contra hombres, si bien el pecar contra otro hombre creo que es indirectamente pecar contra Dios pues que va en contra de sus leyes universales de amor. (Mt 25. 45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.)

En la primera parte salió una especie de listado de pecados contra Dios: impiedad, incredulidad, ruindad, injusticia, mentiras…y realmente cuando lo escribía si bien utilizaba citas bíblicas y veía el recorrido histórico de ellas en el pueblo de la Biblia simultáneamente reconocía  estos mismos pecados no sólo en mí misma sino en este entorno en el que vivo y más allá en mi país, mi continente y el planeta en general.

El hombre sin Dios se siente solo. Hace huidas hacia adelante buscando saciar su insatisfacción u oscuridad existencial con acumular materialidades con máscara de seguridad, placer, bienestar, diversiones, poder, relaciones…pero su horizonte es limitado  como su tiempo en el mundo, y cuando la soledad, la miseria, la enfermedad, la decrepitud o la muerte le llegan se ve enfrentado al terrible vacío del sinsentido. Lo mismo de un hombre que de la humanidad. 

Las almas están hambrientas, unas son conscientes de ello y buscan aunque muchas de ellas, como el hijo pródigo, lo hacen entre las algarrobas de los cerdos. Sólo les falta el recordar, como el de la parábola, que hay un Dios que sí tiene alimento para sus almas.
Pero como el hijo pródigo, para volver, primero tendrá que reconocer su propia hambre, lo mal que está lejos de casa de su padre y aunque en principio lo haga por propio interés, casi por supervivencia, pronto será capaz de decir como él “he pecado contra el Cielo y contra Ti” y entonces comprobará por sí mismo que “Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente”. Lc 15.10



Elspeth. Marzo de 2013

Todas las citas corresponden a Reina Valera 1960 

 

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