viernes, 25 de abril de 2014

DAVID (III)



Parece ser que la fama de David como guerrero contra los filisteos y compasivo con los atacados por ellos era notoria pues leemos en 1S 23 que siendo Kelia atacada mandan aviso a David el cual les defiende y derrota a los filisteos.

Es a raíz de este suceso que Saúl ubica a David y renueva la persecución. David y sus seiscientos hombres marchan al desierto de Zif  donde acude Jonatán, siempre fiel a David.
16 Entonces se levantó Jonatán hijo de Saúl y vino a David a Hores, y fortaleció su mano en Dios.17 Y le dijo: No temas, pues no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú reinarás sobre Israel, y yo seré segundo después de ti; y aun Saúl mi padre así lo sabe. 18 Y ambos hicieron pacto delante de Jehová; y David se quedó en Hores, y Jonatán se volvió a su casa.1 S 23

También Saúl llegó al desierto de Zif  pero David, avisado, ya había marchado al de Maón. Saúl le siguió y persiguió alrededor de un monte; providencialmente los filisteos irrumpieron en el reino de Saúl y avisado éste tuvo que abandonar la persecución. David marchó entonces al desierto de En-Gadi.

En el capítulo 24 de primera de Samuel hay uno de los pasajes para mí más claros y bellos en cuanto muestran cómo era el corazón de David. Saúl llega a En-Gadi con tres mil hombres para acabar con David; cansado de recorrer las montañas se retira a dormir en una cueva donde justamente se hallan David y sus hombres. Dormido Saúl, los hombres de David le instan a que le mate, a que se libre de quién busca su muerte, mas él sólo corta la orilla de su manto

 5 Después de esto se turbó el corazón de David, porque había cortado la orilla del manto de Saúl. 6 Y dijo a sus hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová.
¿Qué debió pasar por el corazón de David viendo a su padre a su merced? Un padre que llevaba tiempo queriendo matarle, que le perseguía enconadamente, que en cuanto tuviera ocasión acabaría con su vida. 
Por otra parte, aunque Samuel ya le había ungido a él como el rey que deseaba Jehová, Saúl todavía era oficialmente el ungido de Jehová por tanto David no debía ni podía agredirle. Que Saúl era el ungido de Jehová fue el argumento que utilizó David para frenar a sus hombres y defender al que era su padre biológico.

Salidos de la cueva Saúl y David se desarrolla un precioso diálogo donde las cualidades de David brillan
 8 También David se levantó después, y saliendo de la cueva dio voces detrás de Saúl, diciendo: !!Mi señor el rey! Y cuando Saúl miró hacia atrás, David inclinó su rostro a tierra, e hizo reverencia.9 Y dijo David a Saúl: ¿Por qué oyes las palabras de los que dicen: Mira que David procura tu mal?10 He aquí han visto hoy tus ojos cómo Jehová te ha puesto hoy en mis manos en la cueva; y me dijeron que te matase, pero te perdoné, porque dije: No extenderé mi mano contra mi señor, porque es el ungido de Jehová.11 Y mira, padre mío, mira la orilla de tu manto en mi mano; porque yo corté la orilla de tu manto, y no te maté. Conoce, pues, y ve que no hay mal ni traición en mi mano, ni he pecado contra ti; sin embargo, tú andas a caza de mi vida para quitármela.12 Juzgue Jehová entre tú y yo, y véngueme de ti Jehová; pero mi mano no será contra ti. 13 Como dice el proverbio de los antiguos: De los impíos saldrá la impiedad; así que mi mano no será contra ti. 14 ¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿A quién persigues? ¿A un perro muerto? ¿A una pulga? 15 Jehová, pues, será juez, y él juzgará entre tú y yo. El vea y sustente mi causa, y me defienda de tu mano. 



Es un discurso profundamente emotivo el de David, desde la humildad y el respeto por parte de un hijo y súbdito en el que no hay mal ni traición hacia un padre despiadado, cegado por los celos y la ambición. Igualmente proclama su entrega confiada, su fe, en Jehová.
La profunda emoción manifestada por David derrite  el hielo del corazón de Saúl y le devuelve la lucidez momentáneamente, así Saúl reconoce, agradece y solicita
16 Y aconteció que cuando David acabó de decir estas palabras a Saúl, Saúl dijo: ¿No es esta la voz tuya, hijo mío David? Y alzó Saúl su voz y lloró, 17 y dijo a David: Más justo eres tú que yo, que me has pagado con bien, habiéndote yo pagado con mal.18 Tú has mostrado hoy que has hecho conmigo bien; pues no me has dado muerte, habiéndome entregado Jehová en tu mano.19 Porque ¿quién hallará a su enemigo, y lo dejará ir sano y salvo? Jehová te pague con bien por lo que en este día has hecho conmigo.20 Y ahora, como yo entiendo que tú has de reinar, y que el reino de Israel ha de ser en tu mano firme y estable, 21 júrame, pues, ahora por Jehová, que no destruirás mi descendencia después de mí, ni borrarás mi nombre de la casa de mi padre.22 Entonces David juró a Saúl. Y se fue Saúl a su casa, y David y sus hombres subieron al lugar fuerte.
David perdonó a su enemigo Saúl. Jesús dice   44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Mt 5

Tras este episodio David tuvo un período de tranquilidad respecto a Saúl y parece ser que estuvo con Samuel hasta que éste murió 1 Murió Samuel, y se juntó todo Israel, y lo lloraron, y lo sepultaron en su casa en Ramá. Y se levantó David y se fue al desierto de Parán.1 S 25

Nómadas, David y sus hombres protegían y cuidaban a quienes les pedían protección a cambio de viandas para el sustento, así lo encontramos en lo que se narra de su actuación respecto a los sirvientes del acaudalado Nabal, los cuales declaran
15 Y aquellos hombres (las huestes de David) han sido muy buenos con nosotros, y nunca nos trataron mal, ni nos faltó nada en todo el tiempo que anduvimos con ellos, cuando estábamos en el campo.16 Muro fueron para nosotros de día y de noche, todos los días que hemos estado con ellos apacentando las ovejas.

Pero cuando David envía a diez de sus hombres a recibir de Nabal correspondencia al bien realizado este hombre duro y de malas obras (1 S 25.3) se niega, despertando el enojo de David
21 Y David había dicho: Ciertamente en vano he guardado todo lo que éste tiene en el desierto, sin que nada le haya faltado de todo cuanto es suyo; y él me ha vuelto mal por bien. 22 Así haga Dios a los enemigos de David y aun les añada, que de aquí a mañana, de todo lo que fuere suyo no he de dejar con vida ni un varón.
13 Entonces David dijo a sus hombres: Cíñase cada uno su espada. Y se ciñó cada uno su espada y también David se ciñó su espada
Los criados de Nabal, agradecidos, alertan a Abigail la esposa de Nabal y ésta corre a subsanar la mala obra de su esposo por cuanto ella sí sabe bien quién es David y qué será en un futuro
25 No haga caso ahora mi señor de ese hombre perverso, de Nabal; porque conforme a su nombre, así es. El se llama Nabal (Insensato), y la insensatez está con él; mas yo tu sierva no vi a los jóvenes que tú enviaste.26 Ahora pues, señor mío, vive Jehová, y vive tu alma, que Jehová te ha impedido el venir a derramar sangre y vengarte por tu propia mano. Sean, pues, como Nabal tus enemigos, y todos los que procuran mal contra mi señor.27 Y ahora este presente que tu sierva ha traído a mi señor, sea dado a los hombres que siguen a mi señor.28 Y yo te ruego que perdones a tu sierva esta ofensa; pues Jehová de cierto hará casa estable a mi señor, por cuanto mi señor pelea las batallas de Jehová, y mal no se ha hallado en ti en tus días.29 Aunque alguien se haya levantado para perseguirte y atentar contra tu vida, con todo, la vida de mi señor será ligada en el haz de los que viven delante de Jehová tu Dios, y él arrojará la vida de tus enemigos como de en medio de la palma de una honda.30 Y acontecerá que cuando Jehová haga con mi señor conforme a todo el bien que ha hablado de ti, y te establezca por príncipe sobre Israel, 31 entonces, señor mío, no tendrás motivo de pena ni remordimientos por haber derramado sangre sin causa, o por haberte vengado por ti mismo. Guárdese, pues, mi señor, y cuando Jehová haga bien a mi señor, acuérdate de tu sierva.
 

En este discurso de Abigail hallamos que le hace un doble bien a David pues que no sólo le lleva sustento para sus hombres en agradecimiento al bien que él y ellos hicieron a su hacienda, sino sobre todo porque con ello impide que David derrame sangre sin causa
26 Ahora pues, señor mío, vive Jehová, y vive tu alma, que Jehová te ha impedido el venir a derramar sangre y vengarte por tu propia mano.
29y él (Jehová) arrojará la vida de tus enemigos como de en medio de la palma de una honda.
31 entonces, señor mío, no tendrás motivo de pena ni remordimientos por haber derramado sangre sin causa, o por haberte vengado por ti mismo.

Si Abigail no hubiera actuado como lo hizo y David hubiera cumplido sus palabras de no dejar ni un varón con vida, él hubiera derramado sangre inocente y por otro lado las palabras de Abigail quizás le suponían un recordatorio de que aumentara su confianza en las palabras de Jehová Mía es la venganza y la retribución Dt 32.35

Y David tras escuchar a Abigail reconoce el bien que le ha hecho
32 Y dijo David a Abigail: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que te envió para que hoy me encontrases. 33 Y bendito sea tu razonamiento, y bendita tú, que me has estorbado hoy de ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano.

No tardó en llegar la confirmación del buen entendimiento mostrado por ambos ya que  38 Y diez días después, Jehová hirió a Nabal, y murió.39 Luego que David oyó que Nabal había muerto, dijo: Bendito sea Jehová, que juzgó la causa de mi afrenta recibida de mano de Nabal, y ha preservado del mal a su siervo; y Jehová ha vuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. Después envió David a hablar con Abigail, para tomarla por su mujer.

De nuevo un paralelismo entre David y Jesús en cuanto a que por medio de una mujer, Abigail, David aprende o se le aclara  (él dice que Jehová la envió) y Jesús por medio de la mujer sirofenicia refuerza que su mensaje es también para los gentiles.

En cuanto a Abigail fue su mujer y se nos dice que también a Ahinoam de Jezreel tomó por mujer ya que Mical, la hija de Saúl, había sido dada a otro hombre en su ausencia.

El período de tranquilidad entre Saúl y David cesó cuando los zifeos fueron a Saúl azuzando de nuevo su encono hacia su hijo y así fue como Saúl de nuevo fue tras David hasta el desierto de Zif.
La narración de lo acaecido es paralela a la anterior sobre el encuentro en que David cortó la orilla del manto de Saúl mientras dormía, sólo que en esta ocasión tomó su lanza y su vasija mientras dormía.



De nuevo se le “tienta” a David a que mate a su enemigo dormido y de nuevo él arguye 9 Y David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de Jehová, y será inocente?10 Dijo además David: Vive Jehová, que si Jehová no lo hiriere, o su día llegue para que muera, o descendiendo en batalla perezca, 11 guárdeme Jehová de extender mi mano contra el ungido de Jehová. Pero toma ahora la lanza que está a su cabecera, y la vasija de agua, y vámonos.
En esta ocasión, además de su respeto hacia Saúl como ungido de Jehová, se nota mayor firmeza en la  confianza en que sea Jehová quien decida sobre Saúl. Pienso que esto último es fruto de lo aprendido con el episodio de Nabal.
Otra diferencia es que David increpa primero a quien debía haber protegido al rey mientras dormía y no lo ha hecho
15 Y dijo David a Abner: ¿No eres tú un hombre? ¿Y quién hay como tú en Israel? ¿Por qué, pues, no has guardado al rey tu señor? Porque uno del pueblo ha entrado a matar a tu señor el rey. 16 Esto que has hecho no está bien. Vive Jehová, que sois dignos de muerte, porque no habéis guardado a vuestro señor, al ungido de Jehová. 1 S 26

El corazón de Saúl debió estremecerse oyendo a aquel hijo al que encarnizadamente había perseguido con propósitos asesinos reconviniendo al jefe de sus guardaespaldas por su peligrosa negligencia. ¿Cómo no conmoverse ante un hijo así que por segunda vez le perdonaba la vida y encima reñía a quien no le había protegido? 17 Y conociendo Saúl la voz de David, dijo: ¿No es esta tu voz, hijo mío David? Y David respondió: Mi voz es, rey señor mío.
Y continua hablando David desvelándonos en ello que, inteligentemente, ha comprendido que influencia de hombres han perturbado a Saúl para resucitar su odio hacia él
18 Y dijo: ¿Por qué persigue así mi señor a su siervo? ¿Qué he hecho? ¿Qué mal hay en mi mano?19 Ruego, pues, que el rey mi señor oiga ahora las palabras de su siervo. Si Jehová te incita contra mí, acepte él la ofrenda; mas si fueren hijos de hombres, malditos sean ellos en presencia de Jehová, porque me han arrojado hoy para que no tenga parte en la heredad de Jehová, diciendo: Ve y sirve a dioses ajenos.
Y trata de volver a la sensatez  a Saúl recordándole su propia pequeñez frente al ungido de Jehová
20 No caiga, pues, ahora mi sangre en tierra delante de Jehová, porque ha salido el rey de Israel a buscar una pulga, así como quien persigue una perdiz por los montes.

Es decir David una vez más devuelve bien por mal y su amor vence
21 Entonces dijo Saúl: He pecado; vuélvete, hijo mío David, que ningún mal te haré más, porque mi vida ha sido estimada preciosa hoy a tus ojos. He aquí yo he hecho neciamente, y he errado en gran manera.
 25 Y Saúl dijo a David: Bendito eres tú, hijo mío David; sin duda emprenderás tú cosas grandes, y prevalecerás. Entonces David se fue por su camino, y Saúl se volvió a su lugar.

David dice también otra cosa que me resuena en el Padre nuestro que Jesús enseñaría a sus apóstoles
24 Y he aquí, como tu vida ha sido estimada preciosa hoy a mis ojos, así sea mi vida a los ojos de Jehová
14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; Mt 6.
David por dos veces perdonó la vida a Saúl, dicho en su lenguaje la vida de Saúl la estimo como preciosa, y ruega que su propia vida sea estimada a ojos de Jehová.

David pensaba que más pronto o más tarde de nuevo Saúl volvería a intentar acabar con él
1 Dijo luego David en su corazón: Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; nada, por tanto, me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos, para que Saúl no se ocupe de mí, y no me ande buscando más por todo el territorio de Israel; y así escaparé de su mano.1 S 26

Fue así como David y sus hombres pasaron a ser como un cuerpo del ejército de los filisteos, lo que ahora llamaríamos una hueste de mercenarios. Fue aquí donde David se convirtió en un “señor de la guerra”, donde vertió mucha sangre
9 Y asolaba David el país, y no dejaba con vida hombre ni mujer; y se llevaba las ovejas, las vacas, los asnos, los camellos y las ropas, y regresaba a Aquis.
11Y esta fue su costumbre todo el tiempo que moró en la tierra de los filisteos.

Elspeth. 2012

Todas las citas corresponden a Reina Valera 1960

No hay comentarios:

Publicar un comentario