jueves, 17 de abril de 2014

El ayuno que Dios quiere

Is 58. 5 ¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Jehová?
¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?

¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?
Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.
Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; 10 y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía. 


Francamente me parece tan, tan claro cuál es el ayuno que quiere Dios que no alcanzo a comprender de dónde salió que Dios quería que se dejara de comer determinados días o determinados alimentos en ciertos días. Además Jesús aclaró ya que los alimentos del cuerpo no tenían relación con los otros ámbitos
Mt 15. 16 Jesús dijo: ¿También vosotros sois aún sin entendimiento? 17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina?
18 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. 19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. 20 Estas cosas son las que contaminan al hombre


Personalmente leo lo subrayado como referido no sólo al nível bio-corporal, sino también al mental, al emocional y por encima de ellos al espiritual.

Hay pan para el cuerpo, pan para la mente, pan para el corazón y pan para el alma. 
Mt 4.4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Hay almas errantes de una doctrina a otra a los que ofrecer la doctrina de Dios
Jn 7. 16 Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.

Hay desnudos a quien poder cubrir con el evangelio eterno

Hay almas oprimidas bajo el peso de tradiciones religiosas hechas por hombres
Mr 7. 13 invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas.

Hay almas a las que inivitar a que cambien las cargas  y el yugo que llevan, esto es, obligaciones sirviendo a "falsos señores"
Mt 23. 4 Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.
 por los de Jesús
Mt 11. 28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. 

Así , creo entender, que ayunaba Jesús 
 Lc 4. 17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
18 El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
19 A predicar el año agradable del Señor.
20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

Desde esta comprensión de ayuno la frase de Jesús referida a sus apóstoles  "vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán" (Mt 9.15) se puede entender como que tras su marcha ellos tomarán el relevo haciendo lo que Él hacía.
Mr 13.10 Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones.
Mt 28. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.


Elspeth. Abril 2014

Todas las citas pertenecen a Reina Valera 1960

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