lunes, 21 de abril de 2014

"A Él oíd"


Mt 17. 1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; 2 y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.3 Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.4 Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.
5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.
6 Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor.7 Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis.8 Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo. 9 Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos.


“A Él oíd”  Esto es el consejo u orden que da Dios. En aquel momento a los tres apóstoles que estaban con Jesús pero en el tiempo para todos  “los que han de creer en mí por la palabra de ellos,” (Jn 17.20)
Al lado de Jesús estaban Moisés, personaje simbólico de la ley y Elías, representando a los profetas,  y la voz dice que oigan-oigamos a Jesús  ¿por qué?
Mt 11:13 Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.
Una vez venido el Hijo Jn 1. 14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros,  la Palabra y la Obra de Dios (Verbo como palabra y como acción) se hacía presente y directa en Jesús Is  52. 6 porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.
Jn 12:49 Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
Jn 17:4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.

¿Quiere esto decir que ya no hay que escuchar-leer ni a los libros de la ley ni a los profetas?
En ninguna manera puesto que Jesús  dice  Mt 5.17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Y aconseja Jn 5:39 Escudriñad las Escrituras…….ellas son las que dan testimonio de mí.
Pero hay que hacerlo guiados por Jesús o dicho de otra manera hay que oír a Jesús y para que ello sea con conocimiento y entendimiento hay que ir a la ley y los profetas para poder ver qué está cumpliendo, a qué se está refiriendo o qué está haciendo.

Como ejemplo
Jn 16.32 He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo
Zc 13. 7 Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas.  Is  53:6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino

Por otra parte tanto en la ley de Moisés como en los profetas hay mezcla humana y Jesús lo criba. Un pasaje  sólo como muestra:
Mt 5. 43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.

Para los tres apóstoles de la escena se manifestaba Dios en los tres personajes que contemplaban. Dios se manifestaba por medio de la Ley, los profetas y Jesús pero sólo éste aparece en la escena como sol, luz, blancura. Él es quien ilumina tanto a los que están a su lado como a los tres apóstoles que lo contemplan lo cual es remarcado por la Voz diciendo “a Él oíd”.

Para nosotros y todas las almas que han leído a lo largo de los siglos este pasaje “a Él oíd” es más amplio por cuanto la escena que contemplamos tiene otro trío de personajes: los tres apóstoles, que representarían al colegio apostólico y creo entender que se nos dice que por sobre y a través de sus testimonios hemos de esforzarnos en oír a Jesús ya que ellos también tenían sus limitaciones de entendimiento, debilidades, personalidades que, inevitablemente, tamizaron, confundieron o malinterpretaron lo que habían visto u oído.
Pienso que es por esto de la mezcla humana en los canales que utilizó Dios para hacerse conocer y entender (exceptuando a Jesús en quien estaba presente) que se dice: “si entresacares lo precioso de lo vil” (Je 15.19), esto es, discernimiento de espíritus.

Por unos instantes, mientras escribía y en mi mente se representaba la escena, se me han superpuesto otras imágenes: Una intensa luz central, el sol a un lado, la luna al otro y en un plano inferior estrellas. Luego he pensado: “Claro, Jesús la Luz verdadera; Moisés-la Ley, el sol; Elías-los profetas, la luna y los apóstoles, las estrellas”  lo cual me ha remitido al capítulo 1 del Génesis .
Una cosa es la luz y otra a través de qué se despide (hablo desde la óptica humana). A nosotros nos llega la luz por medio de sol, luna y estrellas que son los elementos que Dios en Génesis 1 pinta respecto a cómo nos llega la luz. 

 (Juan Bta lo puse en negro por cuanto no dejó ningun escrito, sus frutos no fueron hojas sino almas preparadas para recibir al Señor)

            Dn 12.3 los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.


Jn 12. 44 Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; 45 y el que me ve, ve al que me envió. 46 Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. 

Elspeth. Abril 2014

Todas las citas corresponden a Reina Valera 1960.

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