sábado, 26 de abril de 2014

DAVID (IX): Absalón



En la amonestación de parte de Jehová a David se le anunció y predijo también:
2 S 12. 9 ¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón. 10 Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer. 11 Así ha dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. 12 Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol.
Esto último se cumplió cuando Absalón se aposentó en Jerusalén 2 S 16. 21 Y Ahitofel dijo a Absalón: Llégate a las concubinas de tu padre, que él dejó para guardar la casa; y todo el pueblo de Israel oirá que te has hecho aborrecible a tu padre, y así se fortalecerán las manos de todos los que están contigo. 22 Entonces pusieron para Absalón una tienda sobre el terrado, y se llegó Absalón a las concubinas de su padre, ante los ojos de todo Israel.
  
En cuanto a “no se apartará jamás de tu casa la espada” y “yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa” así fue porque pocos momentos de auténtica paz vivió David; se  sucedieron episodios violentos,  profundamente emocionales, con fuertes desgarros como el que le aconteció con la rebelión de Absalón precedida del asesinato de su otro hijo Amnón por orden de Absalón.

Amnón se enamoró de Tamar, hermana de Absalón y de él mismo (supongo que hermanastra, quizás) y, con treta engañosa ideada por su primo Jonadab, logró atraerla a su casa y la violó. El enamoramiento se le esfumó y no compensó lo hecho sino que la envió. 








Debió ser un golpe para David pues leemos que se enojó mucho pero lo cierto es que no consta que hiciera nada. Tampoco lo hizo Absalón hasta dos años después en que reunió en una invitación a los otros  hijos de David y dio orden a sus siervos de que mataran a Amnón. 

Así lo hicieron pero cuando la noticia llegó a David le llegó distorsionada
2 S 13. 30 Estando ellos aún en el camino, llegó a David el rumor que decía: Absalón ha dado muerte a todos los hijos del rey, y ninguno de ellos ha quedado. 31 Entonces levantándose David, rasgó sus vestidos, y se echó en tierra, y todos sus criados que estaban junto a él también rasgaron sus vestidos. 

Lo cual lo anoto aquí por cuanto recuerda al pasaje de  Job 1. 18 Entre tanto que éste hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito; 19 y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia.


No puedo imaginar el dolor que debió sentir David al oír tal cosa (Debía tener un corazón muy fuerte). Luego se le consoló diciendo que sólo había sido Amnón pero tampoco puedo imaginar qué debió sentir pues si horrible es perder un hijo, más desgarrador es el que otro hijo sea el autor de su muerte. Desgarrador porque amor y aborrecimiento hacia el hijo asesino  batallan en un corazón herido por la muerte del hijo.

2 S 13. 38 Así huyó Absalón y se fue a Gesur, y estuvo allá tres años. 39 Y el rey David deseaba ver a Absalón; pues ya estaba consolado acerca de Amnón, que había muerto.
Joab intervino para acercar padre e hijo y David consintió en el regreso de Absalón pero durante dos años no le permitió verle. Me pregunto si porque, como todo padre, conoce, por muy doloroso que le resulte, cómo es el fondo de su hijo
2 S 14. 33 Vino, pues, Joab al rey, y se lo hizo saber. Entonces llamó a Absalón, el cual vino al rey, e inclinó su rostro a tierra delante del rey; y el rey besó a Absalón
  
A tenor de cómo continúa la historia en el corazón de David parece que sí hubo auténtica reconciliación mas no en el de Absalón pues, en cuanto se sintió seguro, utilizó astucias y engaños para ganarse al pueblo 6 De esta manera hacía con todos los israelitas que venían al rey a juicio; y así robaba Absalón el corazón de los de Israel, desvalorizar al rey y alzarse, cuatro años más tarde, en rebelión abierta contra el rey, su padre.
2 S 15. 10 Entonces envió Absalón mensajeros por todas las tribus de Israel, diciendo: Cuando oigáis el sonido de la trompeta diréis: Absalón reina en Hebrón.
2 S 15. 13 Y un mensajero vino a David, diciendo: El corazón de todo Israel se va tras Absalón. 14 Entonces David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: Levantaos y huyamos, porque no podremos escapar delante de Absalón; daos prisa a partir, no sea que apresurándose él
nos alcance, y arroje el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad a filo de espada. 16 El rey entonces salió, con toda su familia en pos de él. Y dejó el rey diez mujeres concubinas, para que guardasen la casa.
Habiendo salido de Jerusalén 30 Y David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies descalzos.
Jesús llora frente a Jerusalén Lc 19. 41 Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, Pero los motivos son bien distintos: David llora por sí mismo, Jesús llora por otros (por decirlo corto y rápido) tienen en común, quizás, el rechazo: David sale rechazado y Jesús será rechazado.

En la narración de la marcha de David encontramos unos que permanecen fieles y le acompañan  como Itai y otros que  le sirven como Abiatar, Sadoc y sus hijos que lo harán permaneciendo en Jerusalén según deseo de David y que laborarán en la sombra por su regreso. Papel determinante en la vuelta del rey lo tuvo Husai arquita quien astutamente deshizo el poder de Ahitofel, el consejero de Absalón.
En cambio otros  se vuelven en su contra como Simei
2 S 16. 5 Y vino el rey David hasta Bahurim; y he aquí salía uno de la familia de la casa de Saúl, el cual se llamaba Simei hijo de Gera; y salía maldiciendo, 6 y arrojando piedras contra David, y contra todos los siervos del rey David; y todo el pueblo y todos los hombres valientes estaban a su derecha y a su izquierda.7 Y decía Simei, maldiciéndole: ¡Fuera, fuera, hombre sanguinario y perverso! 8 Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar del cual tú has reinado, y Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón; y hete aquí sorprendido en tu maldad, porque eres hombre sanguinario.
13 Y mientras David y los suyos iban por el camino, Simei iba por el lado del monte delante de él, andando y maldiciendo, y arrojando piedras delante de él, y esparciendo polvo.
9 Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo al rey: ¿Por qué maldice este perro muerto a mi señor el rey? Te ruego que me dejes pasar, y le quitaré la cabeza. 10 Y el rey respondió: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? 
 
Esta parte del episodio recuerda una escena de Jesús con dos apóstoles también violentos
Lc 9. 54 Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? 55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois;
Lo que me parece que cambia entre ambas escenas es que David parece que esté como deprimido, como aceptándolo todo como un castigo merecido de parte de Jehová
2 S 16. 10 Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a David. ¿Quién, pues, le dirá: ¿Por qué lo haces así? 11 Y dijo David a Abisai y a todos sus siervos: He aquí, mi hijo que ha salido de mis entrañas, acecha mi vida; ¿cuánto más ahora un hijo de Benjamín? Dejadle que maldiga, pues Jehová se lo ha dicho. 12 Quizá mirará Jehová mi aflicción, y me dará Jehová bien por sus maldiciones de hoy. Mientras que el motivo para la expresión de Jesús es 56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas
.
Haciendo un inciso en la historia se podría decir que lo mismo sucede en la vida de cualquier persona que cuando se abate sobre ella una circunstancia grave hace que quede en evidencia quiénes son verdaderos amigos y quiénes sólo se guían por su egoísmo interesado. También veo la similitud con la historia de Jesús en cuanto gentes a las que había hecho bien le abandonaron a su suerte e incluso se le volvieron en contra.
David estaba abatido y cansado pero creo entender que la fidelidad y las muestras de afecto, de cuidado para con él, que tuvo el pueblo que le apoyaba le fortalecieron lo suficiente el ánimo como para aceptar batallar con Absalón y recuperar el reino. Da la impresión que, por su estado de ánimo en esos momentos, se dejaba llevar por lo que sus allegados decidían2 S 18. 3 Mas el pueblo dijo: No saldrás; porque si nosotros huyéremos, no harán caso de nosotros; y aunque la mitad de nosotros muera, no harán caso de nosotros; mas tú ahora vales tanto como diez mil de nosotros. Será, pues, mejor que tú nos des ayuda desde la ciudad. 4 Entonces el rey les dijo: Yo haré lo que bien os parezca. Y se puso el rey a la entrada de la puerta, mientras salía todo el pueblo de ciento en ciento y de mil en mil.

Desde mi óptica es bien comprensible que David internamente estuviera abatido y destrozado pues ese batallar podía suponer la muerte de su querido hijo Absalón por lo cual demanda 5 Y el rey mandó a Joab, a Abisai y a Itai, diciendo: Tratad benignamente por amor de mí al joven Absalón. Y todo el pueblo oyó cuando dio el rey orden acerca de Absalón a todos los capitanes.6 Salió, pues, el pueblo al campo contra Israel, y se libró la batalla en el bosque de Efraín. 7 Y allí cayó el pueblo de Israel delante de los siervos de David, y se hizo allí en aquel día una gran matanza de veinte mil hombres.
9 Y se encontró Absalón con los siervos de David; e iba Absalón sobre un mulo, y el mulo entró por debajo de las ramas espesas de una gran encina, y se le enredó la cabeza en la encina, y Absalón quedó suspendido entre el cielo y la tierra; y el mulo en que iba pasó delante.
14 Y respondió Joab: No malgastaré mi tiempo contigo. Y tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, quien estaba aún vivo en medio de la encina. 15 Y diez jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron a Absalón, y acabaron de matarle.

Al conocer la muerte de su hijo 2 S 18. 33 Entonces el rey se turbó, y subió a la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: ¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío, hijo mío!
2 S 19  1 Dieron aviso a Joab: He aquí el rey llora, y hace duelo por Absalón.2 Y se volvió aquel día la victoria en luto para todo el pueblo; porque oyó decir el pueblo aquel día que el rey tenía dolor por su hijo.3 Y entró el pueblo aquel día en la ciudad escondidamente, como suele entrar a escondidas el pueblo avergonzado que ha huido de la batalla. 4 Mas el rey, cubierto el rostro, clamaba en alta voz: ¡Hijo mío Absalón, Absalón, hijo mío, hijo mío!

David estaba totalmente hundido por el dolor sin ser capaz de responder convenientemente al pueblo que había peleado por él por lo que Joab le habla crudamente para hacerle reaccionar
5 Entonces Joab vino al rey en la casa, y dijo: Hoy has avergonzado el rostro de todos tus siervos, que hoy han librado tu vida, y la vida de tus hijos y de tus hijas, y la vida de tus mujeres, y la vida de tus concubinas,
6 amando a los que te aborrecen, y aborreciendo a los que te aman; porque hoy has declarado que nada te importan tus príncipes y siervos; pues hoy me has hecho ver claramente que si Absalón viviera, aunque todos nosotros estuviéramos muertos, entonces estarías contento.7 Levántate pues, ahora, y ve afuera y habla bondadosamente a tus siervos; porque juro por Jehová que si no sales, no quedará ni un hombre contigo esta noche; y esto te será peor que todos los males que te han sobrevenido desde tu juventud hasta ahora.

8 Entonces se levantó el rey y se sentó a la puerta, y fue dado aviso a todo el pueblo, diciendo: He aquí el rey está sentado a la puerta. Y vino todo el pueblo delante del rey; pero Israel había huido, cada uno a su tienda.

Elspeth.2012
Citas de Reina Valera 1960 


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