sábado, 26 de abril de 2014

DAVID (VII): Incumplimientos del rey David



La Gloria de Jehová, sus leyes, son en especial para el rey (cabe recordar lo dicho sobre el rey en el capítulo anterior)
Dt 17. Instrucciones acerca de un rey 18 Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas;19 y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra;20 para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.

¿Cumplió David lo recogido en los versículos 18 y 19? Lo que leemos en las Escrituras es que el Libro estuvo perdido hasta que fue hallado muchos años más tarde, en el reinado de Josías.

2 S 22. 8 Entonces dijo el sumo sacerdote Hilcías al escriba Safán: He hallado el libro de la ley en la casa de Jehová. E Hilcías dio el libro a Safán, y lo leyó.
10 Asimismo el escriba Safán declaró al rey (Josías), diciendo: El sacerdote Hilcías me ha dado un libro. Y lo leyó Safán delante del rey.

En cuanto a los incumplimientos respecto a la ley:
Ex 20.  3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Hay que recordar aquí, para su comprensión, quiénes son los “dioses” Jn 10.35 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), Por tanto el rey no debía tener falsos profetas como consejeros, que hacen daño porque tienen lengua de víbora. David tuvo a Natán como profeta lo cual era tanto como decir que  ignoró que él mismo era profeta y, ya que no puede haber dos profetas actuando simultáneamente, el tomar a Natán como profeta le hizo perder su propia condición de tal. Esto lo veremos más detenidamente en el apartado de David-profeta, aquí nos centraremos en cómo afectó a su caída como el rey que Dios quería.
  4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra
 7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano
  8 Acuérdate del día de reposo  para santificarlo.
 12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
     David no los honró  pues dice:
     Sal 51. 5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.

Atribuyó maldad a Saúl por cuanto yació con la esposa de su súbdito Isaí, y atribuyó pecado a su madre por consentirlo.
Esta expresión de David también puede ser entendida como una suerte de exculpación, como diciendo  que sus acciones venían por vía genética ya que él mismo repitió la historia: un rey (él) adulterando con la esposa (Betsabé) de un súbdito (Urías).

 13 No matarás.
     David mató a Urías heteo
 14 No cometerás adulterio.
    Adulteró con Betsabé
 15 No hurtarás.
    Cerró el libro de la ley
 16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
David mintió al sacerdote de Nob
David sabía que el original, el Éxodo 20, lo custodiaban los sacerdotes y fue con engaño a conseguirlo.
1 S 21. 1 Vino David a Nob, al sacerdote Ahimelec; y se sorprendió Ahimelec de su encuentro, y le dijo: ¿Cómo vienes tú solo, y nadie contigo? 2 Y respondió David al sacerdote Ahimelec: El rey me encomendó un asunto, y me dijo: Nadie sepa cosa alguna del asunto a que te envío, y lo que te he encomendado; y yo les señalé a los criados un cierto lugar. 3 Ahora, pues, ¿qué tienes a mano? Dame cinco panes, o lo que tengas.
En este pasaje, en el primer versículo llama la atención la pregunta del sacerdote pues éste, a guisa de saludo, muestra su extrañeza respecto a que David va solo a hablar con él.
La pregunta se explica, tiene sentido, si lo que ocurre es que los textos están al revés, es decir, si David se presenta al sacerdote diciéndole a qué va: “El rey me encomendó un asunto, y me dijo: Nadie sepa cosa alguna del asunto a que te envío, y lo que te he encomendado, ¿qué tienes a mano? Dame cinco panes, o lo que tengas. “y ante lo que David le manifiesta el sacerdote pasa a preguntarle el por qué viene sólo a lo que David le responde: “yo les señalé a los criados un cierto lugar”.
David está mintiendo al sacerdote puesto que, como dice el título del pasaje, David ha huido de Saúl, no tiene ninguna relación con él y menos aún una encomienda. 
1 S 21.  4 El sacerdote respondió a David y dijo: No tengo pan común (literatura humana) a la mano, solamente tengo pan sagrado (libros sagrados)
Éste “pan sagrado” sólo podía ser comido por  los sacerdotes, pero creyendo el engaño de David el sacerdote le da pensando que es para hacer la copia para el rey.


 (en otra ocasión profundizaremos en este episodio de David en Nob)
17 No codiciarás  la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
 David codició a la mujer de Urías y esa codicia desencadenó tanto el adulterio como el homicidio.
Esta etapa en la vida de David  es crucial, tanto que le lleva a decir a David (como el Job que exclama):

Job 19. 25 Yo sé que mi Redentor vive,
    Y al fin se levantará sobre el polvo;
26 Y después de deshecha esta mi piel,
    En mi carne he de ver a Dios;
27 Al cual veré por mí mismo,
    Y mis ojos lo verán, y no otro,
    Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
28 Mas debierais decir: ¿Por qué le perseguimos?
    Ya que la raíz del asunto se halla en mí.

El asunto del que habla es la Redención por cuanto Jesús paga por David y su descendencia
Sal 89.  30 Si dejaren sus hijos mi ley, Y no anduvieren en mis juicios, 31 Si profanaren mis estatutos, Y no guardaren mis mandamientos, 32 Entonces castigaré con vara su rebelión, Y con azotes sus iniquidades.


Elspeth 2012
Citas corresponientes a Biblia Valera 1960


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