La Gloria de Jehová, sus leyes, son en especial para el rey (cabe recordar lo dicho sobre el rey en el capítulo anterior)
Dt 17. Instrucciones
acerca de un rey
18 Y cuando se siente sobre el
trono de su reino, entonces escribirá
para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado
de los sacerdotes levitas;19
y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda
a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos
estatutos, para ponerlos por obra;20 para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del
mandamiento a diestra ni a siniestra; a fin de que prolongue sus días en su
reino, él y sus hijos, en medio de Israel.
¿Cumplió David lo recogido en los versículos 18 y 19? Lo que leemos en las Escrituras es que el Libro estuvo perdido hasta que fue hallado muchos años más tarde, en el
reinado de Josías.
2 S 22. 8 Entonces dijo el sumo sacerdote
Hilcías al escriba Safán: He hallado el libro de la ley en la casa de
Jehová. E Hilcías dio el libro a Safán, y lo leyó.
10
Asimismo el escriba Safán declaró al rey (Josías), diciendo: El sacerdote Hilcías me ha dado un libro. Y lo leyó Safán
delante del rey.
En cuanto a los incumplimientos
respecto a la ley:
Ex 20. 3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Hay que recordar aquí, para su
comprensión, quiénes son los “dioses” Jn 10.35 Si
llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la
Escritura no puede ser quebrantada), Por tanto el rey no debía tener falsos profetas como consejeros, que hacen daño
porque tienen lengua de víbora. David tuvo a Natán como profeta lo cual era
tanto como decir que ignoró que él mismo
era profeta y, ya que no puede haber dos profetas actuando simultáneamente, el
tomar a Natán como profeta le hizo perder su propia condición de tal. Esto lo
veremos más detenidamente en el apartado de David-profeta, aquí nos centraremos
en cómo afectó a su caída como el rey que Dios quería.
4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de
lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo
de la tierra
7
No tomarás el nombre de Jehová tu Dios
en vano
8
Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la
tierra que Jehová tu Dios te da.
David no los honró pues dice:
Sal 51. 5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.
Sal 51. 5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.
Atribuyó maldad a Saúl por cuanto yació con la esposa de su súbdito Isaí, y
atribuyó pecado a su madre por consentirlo.
Esta expresión de David también puede ser entendida como una suerte de
exculpación, como diciendo que sus
acciones venían por vía genética ya que él mismo repitió la historia: un rey
(él) adulterando con la esposa (Betsabé) de un súbdito (Urías).
13 No matarás.
David mató a Urías heteo
14
No cometerás adulterio.
Adulteró con Betsabé
15 No hurtarás.
Cerró el libro de la ley
16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
David mintió al sacerdote de Nob
David sabía que el original, el Éxodo 20, lo custodiaban los sacerdotes y
fue con engaño a conseguirlo.
1 S 21. 1 Vino David a Nob, al
sacerdote Ahimelec; y se sorprendió Ahimelec de su encuentro, y le
dijo: ¿Cómo vienes tú solo, y nadie contigo? 2 Y respondió David al
sacerdote Ahimelec: El rey me encomendó un asunto, y me dijo: Nadie sepa cosa
alguna del asunto a que te envío, y lo que te he encomendado; y yo les señalé a
los criados un cierto lugar. 3 Ahora, pues, ¿qué tienes a mano? Dame
cinco panes, o lo que tengas.
En este pasaje, en el primer versículo llama la atención la pregunta del
sacerdote pues éste, a guisa de saludo, muestra su extrañeza respecto a que
David va solo a hablar con él.
La pregunta se explica, tiene sentido, si lo que ocurre es que los textos
están al revés, es decir, si David se presenta al sacerdote diciéndole a qué
va: “El rey me encomendó un asunto, y me
dijo: Nadie sepa cosa alguna del asunto a que te envío, y lo que te he
encomendado, ¿qué tienes a mano? Dame
cinco panes, o lo que tengas. “y ante lo que David le manifiesta el
sacerdote pasa a preguntarle el por qué viene sólo a lo que David le responde:
“yo les señalé a los criados un cierto
lugar”.
David está mintiendo al sacerdote puesto que, como dice el título del
pasaje, David ha huido de Saúl, no tiene ninguna relación con él y menos aún
una encomienda.
1 S 21. 4 El sacerdote respondió a David y
dijo: No tengo pan común (literatura humana) a la mano, solamente tengo pan sagrado (libros sagrados)
Éste “pan sagrado” sólo podía ser comido por los sacerdotes, pero creyendo el engaño de
David el sacerdote le da pensando que es para hacer la copia para el rey.
(en otra ocasión profundizaremos en este episodio de David en Nob)
17 No
codiciarás la casa de tu
prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni
su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
David codició a la mujer de Urías y
esa codicia desencadenó tanto el adulterio como el homicidio.
Esta etapa en la vida de David es
crucial, tanto que le lleva a decir a David (como el Job que exclama):
26 Y
después de deshecha esta mi piel,
En mi carne he de ver a Dios;
En mi carne he de ver a Dios;
27 Al cual
veré por mí mismo,
Y mis ojos lo verán, y no otro,
Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
Y mis ojos lo verán, y no otro,
Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
28 Mas
debierais decir: ¿Por qué le perseguimos?
Ya que la raíz del asunto se halla en mí.
Ya que la raíz del asunto se halla en mí.
El asunto del que habla es la Redención por
cuanto Jesús paga por David y su descendencia
Sal 89. 30 Si
dejaren sus hijos mi ley, Y no anduvieren en mis juicios, 31 Si profanaren mis estatutos, Y no
guardaren mis mandamientos, 32 Entonces
castigaré con vara su rebelión, Y con azotes sus iniquidades.
Elspeth 2012
Citas corresponientes a Biblia Valera 1960
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