Todo
fue más o menos bien hasta que sucedió el episodio de la victoria sobre Goliat, en el que también llama la atención y
refuerza lo de la paternidad de Saúl que
38 Y Saúl vistió a David con sus
ropas, y puso sobre su cabeza un casco de bronce, y le armó de coraza. Pero,
habiéndolo probado David rehusó pues 39
Y ciñó David su espada sobre sus vestidos, y probó a andar, porque nunca había
hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto, porque nunca
lo practiqué. Y David echó de sí aquellas cosas.
40 Y tomó su cayado en su mano, y escogió
cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón
que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo.
David
mostraba su gran fe (voluntad y confianza) en Jehová de los Ejércitos
verbalizándolo al declarar:
37
Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras
del oso, él también me librará de la mano de este filisteo.
45
Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina;
mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los
escuadrones de Israel, a quien tú has provocado.1 S 17
1S 17. 49 Y
metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con la
honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la
frente, y cayó sobre su rostro en tierra. 50 Así venció David al
filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David
espada en su mano. 51 Entonces corrió David y se puso sobre el
filisteo; y tomando la espada de él y sacándola de su vaina, lo acabó de matar,
y le cortó con ella la cabeza. Y cuando los filisteos vieron a su paladín
muerto, huyeron.
En
un principio la alegría y alivio por la derrota filistea llevó a Saúl a querer
tener a su lado constantemente a su hijo David
2Y Saúl le tomó aquel
día, y no le dejó volver a casa de su padre. 1
S 18.
Pero
pronto Saúl empezó a sentir celos de David e inseguridad por su trono, enconado
todo ello por las expresiones de la admiración
popular 7Y cantaban las
mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez
miles. 8 Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho,
y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. 9
Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.1 S 18
La
salud psíquica de Saúl era deficiente cosa que también se expresa sin ambages
en la Escritura y él desvariaba en medio
de la casa.1S 18. Estaba enfermo de celos y miedo de perder su
estatus ya que David siguió cosechando victorias frente a los enemigos y la
admiración que el pueblo sentía por él no cesaba de crecer.
Enfermo de celos, en su locura 11 Y arrojó Saúl la lanza,
diciendo: Enclavaré a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces.
David
era aborrecido y odiado por Saúl su
padre pero encontró en Jonatán, su
hermanastro, el amor fraternal que no había recibido de los hijos de Isaí
1
el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí
mismo.
3 E
hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo. 4 Y Jonatán se quitó el manto que
llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y
su talabarte.1 S 18
Y
Jonatán hizo todo el bien que pudo a David, ayudándole frente al encono de Saúl
Aquí se produjo una inflexión en la psique de Saúl quien interpretó que Jehová protegía a David y buscó formas indirectas de perderle a través de convertirlo en yerno. Primero intento casarle con Merab Mas Saúl decía (en su interno): No será mi mano contra él, sino que será contra él la mano de los filisteos.1 S 18
Pero
como se nos dice repetidamente una de las características de David era su
prudencia 14 Y David se conducía prudentemente
en todos sus asuntos, por lo que hábilmente lo evitó
18
Pero David respondió a Saúl: ¿Quién soy yo, o qué es mi vida, o la familia de
mi padre en Israel, para que yo sea yerno del rey?
Volvió
a intentarlo a través de su hija Mical que amaba a David
20 Pero
Mical la otra hija de Saúl amaba a David; y fue dicho a Saúl, y le pareció bien
a sus ojos. 21 Y Saúl dijo: Yo se la daré, para que le sea por lazo,
y para que la mano de los filisteos sea contra él. Dijo, pues, Saúl a David por
segunda vez: Tú serás mi yerno hoy.
A
esta nueva propuesta respondió David como a la primera a los criados enviados
por Saúl, pero Saúl había ya desarrollado desde el primer intento fallido una astuta
respuesta para que David no quedara como que lo rechazaba por humildad o por
falta de recursos
23
Los criados de Saúl hablaron estas palabras a los oídos de David. Y David dijo:
¿Os parece a vosotros que es poco ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre
y de ninguna estima?24 Y los criados de Saúl le dieron la respuesta,
diciendo: Tales palabras ha dicho David. 25 Y Saúl dijo: Decid así a
David: El rey no desea la dote, sino
cien prepucios de filisteos, para que sea tomada venganza de los enemigos
del rey. Pero Saúl pensaba hacer caer a
David en manos de los filisteos.
La
treta de Saúl no le resultó pues lejos de caer en manos de los filisteos él
cumplió y le tuvo que dar a Mical, y en las subsiguientes escaramuzas con los
filisteos 30 Y salieron a campaña los príncipes de
los filisteos; y cada vez que salían, David
tenía más éxito que todos los siervos de Saúl, por lo cual se hizo de mucha
estima su nombre.
28 Pero
Saúl, viendo y considerando que Jehová estaba con David, y que su hija Mical lo
amaba, 29 tuvo más temor de David; y fue Saúl enemigo de David todos los días.
A
partir de ese momento Saúl intentó de diversas formas matar a su hijo David sin lograrlo pues era
amado por Jonatán, Mical (1 S 19 12-17), Samuel…quienes de una u otra forma le
protegieron y ayudaron. Todo ello puede leerse con detalle en 1 S 19 y 20
Estando
así las cosas David huyó del reino de Saúl con algunos fieles. En su trayecto
conoció David que sus hombres estaban hambrientos y compadeciéndose acudió a
Nob donde pidió pan al sacerdote
Ahimelec aun sabiendo la ley (Lv 24.9)
1 S 21. 1
Vino David a Nob, al sacerdote Ahimelec
3 Ahora,
pues, ¿qué tienes a mano? Dame cinco panes, o lo que tengas.4 El
sacerdote respondió a David y dijo: No tengo pan común a la mano, solamente
tengo pan sagrado
6 Así
el sacerdote le dio el pan sagrado, porque allí no había otro pan sino los
panes de la proposición, los cuales habían sido quitados de la presencia de
Jehová, para poner panes calientes el día que aquéllos fueron quitados.
Más
allá de la fisicidad del episodio hay un simbolismo oculto si entendemos que
está hablando de pan del alma, pan sagrado, y que este pan son los libros
bíblicos que custodiaban los sacerdotes. Desde ese punto de partida también nos
enseña el episodio que David ejerce ahí un “sacerdocio libre”, es decir fuera del
sacerdocio oficial de la institución jerárquica, ya que toma de la literatura
sagrada para alimentar el alma de sus fieles.
A
esto mismo alude Jesús en
3
Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con
él estaban tuvieron hambre; 4 cómo entró en la casa de Dios, y comió
los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que
con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? 5 ¿O no habéis
leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan
el día de reposo, y son sin culpa? 6 Pues os digo que uno mayor que
el templo está aquí. 7 Y si supieseis qué significa: Misericordia
quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes; Mt 12
Jesús
no era un sacerdote oficial, ejerció el sacerdocio libre, el sacerdocio de
Melquisedec (Gn 14.18, Mat 26.26-27) ,y
más aún por cuanto Él era el Sacerdote de Dios por eso dice uno mayor que el templo está aquí.
Es
un Sacerdocio nacido de la misericordia, esto es, de la capacidad de
compadecerse del mísero, el necesitado, así pues David y Jesús, en paralelismo,
se compadecen del “hambre” espiritual de sus seguidores.
David
y los suyos prosiguieron su camino y poco a poco se le fueron uniendo
2 Y
se juntaron con él todos los afligidos,
y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de
espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos
hombres.1S 22
Como vemos el paralelismo entre
David y Jesús sigue siendo patente, a Jesús también le siguieron los
marginados, desheredados, afligidos…
Saúl
no había olvidado a David; siendo consciente de ello David puso bajo protección
del rey de Moab a sus padres, los cuales, junto con sus hermanos y la casa de
Isaí, se habían unido a él en Adulam. Me resulta conmovedor comprobar una vez
más el corazón nada rencoroso de David.
El
miedo obsesivo de Saúl le hacía enojarse con sus súbditos que no le daban
nuevas de la localización del fugitivo hasta que un criado que había
contemplado la escena entre el sacerdote de Nob y David se lo declaró.
Rápidamente Saúl hizo presentarse ante él a los sacerdotes y en su furia por el
apoyo a David los mató.
Sólo
logró escapar Abiatar quien se unió a David el cual, dolido por lo
acontecido, le acogió bajo su protección
22
Y dijo David a Abiatar: Yo sabía que estando allí aquel día Doeg el edomita, él
lo había de hacer saber a Saúl. Yo he ocasionado la muerte a todas las personas
de la casa de tu padre. 23 Quédate conmigo, no temas; quien buscare
mi vida, buscará también la tuya; pues conmigo estarás a salvo. 1 S 22
Elspeth . 2012
Todas las citas pertenecen a Reina Valera 1960
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