El
viento forma remolinos
alrededor
de los niños.
Los
empuja,
les
susurra
a
veces grita potente.
Ellos,
estremecidos,
tratan
de entender sus voces.
le
persiguen.
A veces cierran oídos
por miedo
de su
furor expandido.
Caminan
con el viento
ora
suave, ora aguerrido.
A
veces, cegados,
tropiezan
por el Camino
mas se
levantan y siguen
con un
valor renacido.
El
Viento está hecho de voces
que
cantan una canción,
Canción
que habla
de un
amor,
por
eterno,
incomprendido;
por
inmenso,
nunca
correspondido.
Es una
canción de amores
uno
grande, inagotable
y
muchos otros
pequeños
y miserables.
Y a
mitad de la Canción
surge
una Voz diferente
una
Voz inigualable
que sí
responde al Amor.
¿Cómo
es posible tal cosa
si los
diminutos humanos
apenas
saben amar?
Porque
un Dios se hizo hombre
para
enseñar a cantar.
Elspeth. 2011
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