Muchas
almas se han alejado de Dios o mejor dicho no han llegado a conocerlo por
haberle sido presentado como un Dios castigador. De hecho muchos de los que
rechazan la Biblia esgrimen como argumento el que ésta lo presente, en el AT
sobretodo, como castigador y vengativo. Por eso pienso que es muy necesario
explicarles que deben entender que los libros de ella que así lo presentan fueron escritos por hombres de una época en
que las cosas que les sucedían eran interpretadas como maldiciones o bendiciones, castigos o premios
y que se planteen: si ahora, miles de años después, aún infinidad de personas funcionan en base a eso ¿Cómo no
lo iban a hacer entonces?
Ahora
nadie piensa que si un rayo mata a una persona en el campo en medio de una
tormenta es porque esa persona era mala.
Sabemos qué es un rayo, cómo funciona la electricidad…muchas cosas ¿Y qué
sabían ellos de todo eso? Aquello de lo que desconocían su funcionamiento, su
origen; aquello de lo que no tenían ningún control lo atribuían a Un Ser Superior
al que temían justo porque no conocían.
Muchos
padres de hoy en día funcionan con sus hijos bajo la misma mentalidad de
premio/ castigo. Si el niño se porta bien, es decir actúa como el padre quiere
que actúe, le premia; si no lo hace, le castiga ¿cómo extrañarse pues que
aquellos hombres, aquella sociedad, interpretara sucesos en ese sentido?
He
escrito que los escribieron hombres ¿significa esto que Dios no hablara por
medio de ellos?
No,
significa que Dios utilizó para comunicar unos canales humanos y por tanto las limitaciones de ellos por su
grado de desarrollo mediatizaban la expresión. No es lo mismo mirar una paisaje
al natural que tras un cristal, que tras un cristal translúcido, que en una
pintura hiperrealista, que en una expresionista o en una abstracta. A eso me
refiero.
Por eso
Él mismo ya avisó: “si entresacares lo precioso de lo vil” (Je 15.19) “un poquito allí, otro poquito allá” (Is
28.13) que entiendo que es un consejo para poder llegar a discernir lo que
realmente es expresión suya y lo que es del canal utilizado.
A lo
largo de la Biblia planea la Ley, los mandamientos, los cuales fueron
entendidos, dentro del cuadro general de la mentalidad de culpa-castigo, como
órdenes sobre el comportamiento de tal manera que si eran cumplidos se
premiaban y si era desobedecidos se castigaban. Pero hay otra comprensión de
ellos que pienso es hora ya de que la gente empiece a conocer y es la de que
son consejos.
¿Qué
quiere decir esto dentro del hilo del presente escrito?
Quiere
decir que Dios aconseja que no se mate, no se robe, etcétera, porque hacerlo trae consecuencias negativas
para el que lo hace. Un padre humano dice a su pequeño: no metas los dedos en
el enchufe. El niño desobedece y recibe una descarga que le asusta y llora. ¿Es
un castigo del padre? No, es una consecuencia.
De igual forma Dios da consejos porque sabe las consecuencias.
Crecí
oyendo que quien incumplía los Mandamientos iba al infierno pero se me
presentaba éste como un lugar físico horrible e incendiado donde se torturaba
incesantemente. Era, y aún es, la comprensión de una época. Infierno me parece
ahora que es vivir sin paz, sin armonía, sin
amor, sin esperanza, por robar, matar, codiciar, envidiar, etc.
Mucho
hincapié se ha hecho en los diez mandamientos expresados en forma negativa: No,
No, no…lo cual, desde los conocimientos que actualmente se tienen a nivel
teórico es una forma de expresión que en
mucho genera oposición por aquello del hábito de tomarlo como prohibición.
Quizás hubiera sido más rentable poner el hincapié en su expresión en positivo: Dt6.5 Y
amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus
fuerzas. Y amarás al prójimo que está detallado en Éxodo, Levítico y Deuteronomio. Esa expresión en positivo es justamente lo que subraya Jesús Mt 22.
36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús
le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y
el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De
estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Es la
oposición entre el miedo y el amor. Los miedos esclavizan, el amor libera.
Entender la expresión “temor de Dios” como miedo ha sido una constante que ha
llevado a unos a vivir asustados y por ello alejados de Él, y a otros, buscando
liberarse del miedo, a rechazarlo. Por ello es necesario explicar que el temor
de Dios es respeto, no miedo. Un niño para crecer sano necesita respetar a su
padre, no tenerle miedo. Si le respeta le mirará, le escuchará y aprenderá. Si
le tiene miedo le rehuirá o le rechazará. Así también respecto a Dios.
Como
que la inmensa mayoría de los que escribieron, estudiaron las Escrituras y las
predicaron se decantaron por el miedo, así estamos.
Lc 9. 54 Viendo esto sus discípulos
Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del
cielo, como hizo Elías, y los consuma? 55 Entonces volviéndose él,
los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois;
Si se
hubiera optado por centrarse más en el consejo de amar a Dios y al prójimo
entonces quizás hubiera sido diferente porque estaríamos en
camino de que reinara la paz en lugar
del desorden y la guerra, la armonía en
lugar de los desequilibrios, el altruismo en lugar del egoísmo, la justicia en
lugar de la injusticia, la espiritualidad en lugar del materialismo…
Elspeth. Abril 2013
Todas las citas corresponden a Reina Valera 1960
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