En Apocalipsis
aparecen los cuatro evangelios simbolizados en “cuatro seres vivientes”
Ap
4. 6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y
junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos
delante y detrás.7 El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro;
el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila
volando. 8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor
y por dentro estaban llenos de ojos; y
no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios
Todopoderoso, el que era, el que es, y
el que ha de venir.
He leído que
tradicionalmente se ha interpretado que
el becerro se asocia al evangelio según San Lucas por cuanto la primera escena
que narra acontece en el templo con un sacerdote, Zacarías, y lo que se
sacrificaba en el templo eran animales entre ellos los becerros.
Otra comprensión
he adquirido escuchando a Nibaldo.
En una línea de
pensamiento, el buey era un animal de trabajo y carga y justo eso hace, metafóricamente hablando,
Lucas.
¿Por qué?
Oigámosle:
Lc
1. Dedicatoria a Teófilo 1 Puesto que ya muchos han tratado de poner en
orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, 2
tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron
ministros de la palabra, 3 me ha parecido también a mí, después
de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen,
escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, 4 para que
conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.
Lucas hizo un
gran trabajo de investigación intentando recopilar todo lo que pudo sobre Jesús, trabajó como un buey trabajaba en el
campo.
En otra línea de
pensamiento el evangelio según Lucas es el único que recoge la parábola del
hijo pródigo, en la cual aparece el becerro
Lc
15. 27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar
el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. 28 Entonces se
enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. 29
Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no
habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme
con mis amigos. 30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido
tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.
¿Por qué es
importante esto?
Porque si bien
de esta parábola se pueden aprender lecciones (literatura espiritual) en cuanto
al perdón, a la importancia de valorar
lo que se tiene, a la prudencia en tomar decisiones, etc…oculta una gran y
larga profecía. Una profecía que habla de dos pueblos representados en dos
hijos, de los cuales uno toma la parte de su herencia (el Antiguo Testamento) y
se va a vagar por el mundo por dos mil años (el desierto de los pueblos Ez
20.35). Pasado este tiempo regresa (regreso de los judíos a su tierra a mitad
del siglo XX).
El padre manda matar el becerro gordo Lc 15. 23 Y
traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;
Entiendo que
será cuando el evangelio de San Lucas sea bien entendido y explicado a los
judíos porque entonces lo “comerán” (entenderán) y habrá gran fiesta.
Lc
15. 7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se
arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
Elspeth. Julio2014
Citas de Reina Valera 1960
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