Ez 10. 15 Y se levantaron los querubines; este es el ser viviente (uno) que vi en el río Quebar.
Estas palabras escribe
Ezequiel en el capítulo diez y tengo la impresión de que, fascinados por las
imágenes descritas y la amplitud con que él mismo se centra en describir su composición, esto es, los cuatro
seres vivientes que lo conforman, hace que no se repare mucho en esta cita.
Pensemos en un bosque. Si
lo miramos con suficiente perspectiva lo vemos como una unidad. Es sólo cuando
nos aproximamos e incluso adentramos cuando vemos los árboles, la hierba que
nace a sus pies, las hojas caídas…Transfiriendo esto a la lectura de Ezequiel 1
y 10 y haciendo un zoom inverso podremos
ver, como él en esa cita, el ser
viviente como conjunto de cuatro.
Ese ser viviente es el
Evangelio de Dios que a nosotros nos llega por cuatro seres vivientes, cuatro
escritos. Esto mismo fue expresado de otras formas a lo largo de la Biblia, por
ejemplo en
Gn 2.10 Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos.
Ez 37.9 Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza,
hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y
sopla sobre estos muertos, y vivirán.
¿Por qué se le dice “viviente”?
La respuesta la da Jesús:
Jn 6:63 El espíritu es el que da vida; la
carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son
vida.
Citas de Reina Valera 1960
Elspeth 7-16
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