miércoles, 27 de agosto de 2014

Manasés y Efraín / Pablo y Juan el amado



Jacob bendice a Efraín y a Manasés 
Gn 48. 5 Y ahora tus dos hijos Efraín y Manasés, que te nacieron en la tierra de Egipto, antes que viniese a ti a la tierra de Egipto, míos son; como Rubén y Simeón, serán míos.
8 Y vio Israel los hijos de José, y dijo: ¿Quiénes son éstos? 9 Y respondió José a su padre: Son mis hijos, que Dios me ha dado aquí. Y él dijo: Acércalos ahora a mí, y los bendeciré.10 Y los ojos de Israel estaban tan agravados por la vejez, que no podía ver. Les hizo, pues, acercarse a él, y él les besó y les abrazó.
13 Y los tomó José a ambos, Efraín a su derecha, a la izquierda de Israel, y Manasés a su izquierda, a la derecha de Israel; y los acercó a él.14 Entonces Israel extendió su mano derecha, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, colocando así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito.


17 Pero viendo José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, le causó esto disgusto; y asió la mano de su padre, para cambiarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés. 18 Y dijo José a su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito; pon tu mano derecha sobre su cabeza.19 Mas su padre no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; también él vendrá a ser un pueblo, y será también engrandecido; pero su hermano menor será más grande que él, y su descendencia formará multitud de naciones. 20 Y los bendijo aquel día, diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo: Hágate Dios como a Efraín y como a Manasés. Y puso a Efraín antes de Manasés.

Partiendo de que el Génesis no es historia sino conocimiento anticipado de Dios hay que pensar en quiénes son estos Efraín y Manases en lo que sí fue historia.

En realidad había dos candidatos a ambos títulos lo cual ya aparece en Génesis  oculto en la siguiente cita
Gn 35. 18 Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni;  mas su padre lo llamó Benjamín.
Benoni significa hijo de mi tristeza y Benjamín hijo de la mano derecha

Mirándolo desde ahí se podría decir que Juan era el Benjamín por cuanto era hijo del que fue la “mano derecha “de Jesús, esto es Pedro. De igual manera se podría decir que Pablo sería Benoni pensando en cómo persiguió a la incipiente congregación en sus primeros tiempos.
Hch 7. 58 Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo.
Saulo persigue a la iglesia
Hch 8.1   Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. 2 Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre él. 3 Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel.
Ambos , Juan y Pablo,  eran candidatos y esto se puede entrever también en el libro del profeta Daniel
Dn 10.   Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo, sino que se apoderó de ellos un gran temor, y huyeron y se escondieron.  Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó fuerza en mí, antes mi fuerza se cambió en desfallecimiento, y no tuve vigor alguno. 9 Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus palabras, caí sobre mi rostro en un profundo sueño, con mi rostro en tierra.10 Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos.
Ahí podríamos ver a Pablo señalado por Daniel y en las siguientes citas señalaría a Juan
Dn 10. 11 Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando.
12 Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.
19 y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.

¿Qué pasó? ¿Cómo se plasmó la profecía? Veamos
Cuando el grupo apostólico quedó en 11 miembros Pedro hizo una propuesta
Hch 1. 15 En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo:
21 Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, 22 comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección. 23 Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías.

En esta narración es significativo destacar que la propuesta partió de Pedro y que debía estar pensando en su hijo Juan por cuanto dice que tenía que ser alguien muy cercano, presente en las idas y venidas del grupo con su Señor y  además testigo de la resurrección. Juan fue con Pedro al sepulcro y estaba siempre con ellos pero cabe suponer que el colectivo eligió dos candidatos (luego no había acuerdo unánime) Llama también la atención la forma en que se decide el doceavo apóstol atribuyendo al Señor que interviniera en algún tipo de echar a suertes. De todo lo dicho uno puede pensar que no tuvieron muy en cuenta al Señor primero porque la idea es de Pedro y segundo porque no dice que indagaran en Escrituras o esperaran algún tipo de respuesta a sus plegarias. Ello vendría corroborado por cuanto no se vuelve a oír nada de Matías y en cambio surge Pablo
Hch 9. 1 Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote,2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén.3 Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo;4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?5 El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. 6 El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. 


 7 Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie.8 Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco,9 donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.10 Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.13 Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén;14 y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.15 El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; 16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.18 Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.
Si se compara el cómo se narra el “encuentro” en el camino de Damasco con las citas de Daniel 10 del  siete al diez  se puede ver cómo el profeta  Daniel anticipó.

A lo largo del ministerio de Pablo, Juan Marcos está presente en un período hasta que se separan, pero este es otro tema; sólo decir que Pablo acaba muerto en Roma y a quien el Señor le da la Revelación es a Juan su amado discípulo.
Ap 1.1  La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,
Juan el amado
Jn 21.7 Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba
Jn 21. 20 [El discípulo amado] Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús

 Por otra parte el Génesis concluye prácticamente a nivel de personajes con Manasés y Efraín y de entre ellos el mayormente bendecido es Efraín. ¿Y  quién es el personaje bendecido al final de la Biblia? Juan el amado, el último profeta de la Biblia
Ap 22. 8 Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. 9 Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.

La Biblia termina con el libro Apocalipsis, la última profecía. En Génesis 35 se habla de la muerte de Raquel
Gn 35. 18 Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín. 19 Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Belén.
Es parte de una alegoría en donde Raquel es mujer-símbolo de la Profecía; el “salírsele el alma”, la expresión poética con la que en el Apocalipsis reúne y expresa toda la carga profética: la ya expresada anteriormente y la de ese momento y el que nace es Juan el amado como profeta.


Elspeth. Agosto 2014
Citas de Reina Valera 1960

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