lunes, 9 de abril de 2018

Palabras y hechos en los profetas


Como portadores de la palabra tenían que, por una parte, explicar la realidad al pueblo para conseguir su conversión, y por otra denunciar de parte de Dios la injusticia del pueblo.

De esa forma testificaban la justicia de Dios y daban sentido a los acontecimientos históricos. En último término existieron «para que sepan que yo soy el Señor»

Ez 6. 7 Y los muertos caerán en medio de vosotros; y sabréis que yo soy Jehová.

13 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando sus muertos estén en medio de sus ídolos, en derredor de sus altares, sobre todo collado alto, en todas las cumbres de los montes, debajo de todo árbol frondoso y debajo de toda encina espesa, lugares donde ofrecieron incienso a todos sus ídolos. 14 Y extenderé mi mano contra ellos, y dondequiera que habiten haré la tierra más asolada y devastada que el desierto hacia Diblat; y conocerán que yo soy Jehová.  Lo mismo se lee en Ez 7.4-9-27 y en Ez 13. 9-21-23


Proclamando la salvación –o el juicio– de parte de Dios, anuncian también y entonces los hechos son testigos de la verdad de su mensaje.


A veces, sus palabras van acompañadas con acciones significativas:

Isaías anda desnudo como signo contra Egipto y Nubia

Is 20.en aquel tiempo habló Jehová por medio de Isaías hijo de Amoz, diciendo: Ve y quita el cilicio de tus lomos, y descalza las sandalias de tus pies. Y lo hizo así, andando desnudo y descalzo. Y dijo Jehová: De la manera que anduvo mi siervo Isaías desnudo y descalzo tres años, por señal y pronóstico sobre Egipto y sobre Etiopía, así llevará el rey de Asiria a los cautivos de Egipto y los deportados de Etiopía, a jóvenes y a ancianos, desnudos y descalzos, y descubiertas las nalgas para vergüenza de Egipto.

Jeremías se unce un yugo para significar el destierro que anuncia (Jer 28) 

Ezequiel permanece tumbado y en huelga de hambre por los pecados de su pueblo (Ez 4).

Como su palabra no es aceptada, la ponen por escrito para que conste

Is 8.1 Me dijo Jehová: Toma una tabla grande, y escribe en ella con caracteres legibles tocante a Maher-salal-hasbaz

16 Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos.

Je 36.Toma un rollo de libro, y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todas las naciones, desde el día que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy.

Su misma vida se convierte en testimonio de que Dios ha hablado:

Isaías y sus hijos son testimonio de la palabra de Dios

Is 8. 18 He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová somos por señales y presagios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos, que mora en el monte de Sion.

Jeremías es célibe en función de su anuncio Je 16. No tomarás para ti mujer, ni tendrás hijos ni hijas en este lugar.

Ezequiel cumple su misión para que sepan que «en medio de ellos se encuentra un profeta»

Ez 2.Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor. Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocerán que hubo profeta entre ellos.

Ez 33. 32 Y he aquí que tú eres a ellos como cantor de amores, hermoso de voz y que canta bien; y oirán tus palabras, pero no las pondrán por obra. 33 Pero cuando ello viniere (y viene ya), sabrán que hubo profeta entre ellos. 

Amós se siente arrancado de su tierra, de acuerdo con el anuncio de destierro que hace al pueblo

Am 7. 15 Y Jehová me tomó de detrás del ganado, y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel.

Oseas experimenta su mensaje en su propio matrimonio (Os 3).



Los profetas testimoniaron en su vida el mensaje. El rechazo de su palabra por parte del pueblo significó su propio rechazo. Jeremías lo expresa con duras palabras

Je 20.Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí. Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día. Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude. 10 Porque oí la murmuración de muchos, temor de todas partes: Denunciad, denunciémosle. Todos mis amigos miraban si claudicaría. Quizá se engañará, decían, y prevaleceremos contra él, y tomaremos de él nuestra venganza.

14 Maldito el día en que nací; el día en que mi madre me dio a luz no sea bendito.  15 Maldito el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo: Hijo varón te ha nacido, haciéndole alegrarse así mucho. 16 Y sea el tal hombre como las ciudades que asoló Jehová, y no se arrepintió; oiga gritos de mañana, y voces a mediodía, 17 porque no me mató en el vientre, y mi madre me hubiera sido mi sepulcro, y su vientre embarazado para siempre. 18 ¿Para qué salí del vientre? ¿Para ver trabajo y dolor, y que mis días se gastasen en afrenta?
Hechos y palabras se unifican en los profetas.

Todos ellos murieron violentamente. Mt 23. 37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!    
Citas de Reina Valera 1960
Elspeth




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