Me he despertado hace un rato con estas cosas
en mi mente:
Tres partes tenía el santuario único: Atrio,
Santo y Santísimo. Tres bautismos he conocido por Nibaldo: el de aspersión, el
de inmersión y el de infusión. El primero por la Ley, el segundo por la Gracia
y el tercero por la Verdad.
Santísimo
Santo Atrio
│
│ │
Corazón
de Jesús
Mente de Jesús Cuerpo de Jesús
(lo más
epidérmico de sus Enseñanzas)
│
│ │
Bautismo
de infusión Bautismo
de inmersión
Bautismo de aspersión
Por
el bautismo de aspersión se accede a lo más exterior y superficial de lo que
trae Jesús. Así como las aves del cielo sólo picotean granitos, así quien sólo
toma e ingiera pequeñas y puntuales enseñanzas de Jesús se podría decir que
recibe bautismo de aspersión. Muchos que leen/leemos Su Palabra y la de Dios en
la Biblia nos quedamos en la piel, la superficie, arañando enseñanzas de corte
moral, autoayuda, para funcionar en lo cotidiano….nos hemos quedado así en el Atrio.
Entrar
al Santo es entrar en Su Mente porque es, sumergiéndose en Su Expresión, ir
entendiendo Su Pensamiento (Camino-Doctrina)
En
Su Mente están los siete espíritus de Dios simbolizados en las llamas del
candelabro, está su Plan simbolizado en la mesa de la proposición con el “reino
de los cielos” que Jesús levantó-los doce apóstoles-, están aquellos que iban a
creer por la palabra de ellos puestos simbólicamente en el altar del incienso,
está la casa de David también simbolizado en los brazos y adornos del
candelabro…
Como
dice hay que hacer una inmersión
profunda- bautismo de inmersión- que conlleva limpiarse de pensamientos vanos,
inútiles o errados. La Palabra limpia.
Entrar
en el Santísimo es entrar en Su Corazón. En el Santísimo estaba el arca y el
arca es el corazón de Jesús que guarda
–cumple- los mandamientos de Dios. En el Corazón de Dios está Jesús. Las tablas
simbolizan el testimonio del Padre respecto al Hijo. Y sobre el arca los
querubines, Moisés y Elías, simbolizando respectivamente la Ley y los Profetas,
canales de la Voz de Dios en tanto que Jesús no había aún venido.
¿Qué
hay en el Corazón de Dios? Puro Amor. Por amor surgieron Moisés y Elías, la Ley
y la Profecía, para un pueblo que debía ser servidor de Dios para conquistar y hacer
un planeta para Dios, a la medida de su Propósito.
Por
amor envió a su Hijo, Jesús, su Cristo, el Rey del Cielo.
¿Quién
entra al Corazón?
El
que no queda en el Atrio, ni siquiera se
queda en el Santo-si bien pasa por ellos- y, habiéndose limpiado el cuerpo (lo
más epidérmico) y la mente (de doctrinas extrañas) y habiendo “comido” de los
panes, siendo iluminado por los espíritus de Dios, no se conforma y sigue
buscando a Dios porque en esa inmersión ha reconocido que sólo la mente, sólo
el saber, no es el ser y Dios es Ser. A ese Ser quiere conocer y entender para servirle.
Cuando
el deseo es puro y ardiente entonces le da el bautismo de infusión que es
“comer y beber” el cuerpo y la sangre de
Cristo, esto es Su Corazón.
Va
más allá de entender racionalmente, es empatizar con Él, es compartir con Él
toda la Sabiduría de Dios escondida en la Biblia. Es recibir e incorporar a sí
mismo las “cosas celestiales” (Si os hablo de cosas terrenales y no creéis
¿cómo entenderéis las celestiales?)
Y
en llegado a este punto el corazón de uno es cambiado (la extraña operación) y
el corazón de uno es similar (salvando las diferencias) al de Jesús: compasivo,
entregado, apasionado por Dios y por los hombres, generoso…
Cuando
se entra y se está en el Santísimo uno pasa a ser y de ser brota el hacer, el
emanar, el decir, el hablar…
“Llama
a las cosas que no son como si fueran”. No éramos por naturaleza hijos de Dios
los humanos pero si se llega al Santísimo y se da la comunión íntima entonces
nos llama hijos, hermanos de su Hijo, porque nos ha hecho partícipes de su
naturaleza. Dios es amor y es Espíritu y en todo el proceso por Él diseñado nos
ha hecho amantes y espirituales.
Este
es el Propósito último de su Plan: descendencia para Dios.
Ahí
se hermana, se unifica cielo y tierra, el reino de los “ángeles”, los seres
espirituales hijos de Dios con los humanos. Y esto lo hace posible Jesús.
Elspeth. 12-2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario