Los
hombres nada somos
mas que
hombres.
Sólo Tú
nos das, en Ti, la Vida.
Pero
eso
¿quién
lo sabe?
¿quién
lo acepta?
Engreídos,
ocultando
nuestro febril miedo a la nada,
hechos
centro de nosotros mismos
y hasta
del universo entero,
nos olvidamos de Ti
de que
sin Ti nada somos,
materia-energía
cambiante y mudadora
que
traza una tenue y breve estela
en esta
diminuta Tierra.
Tú nos
ves,
nos
conoces,
nos has
tendido tu aliento
hecho
Palabra
y como
gusanos ciegos
no
levantamos cabeza
ni oído
para escucharte.
Habitantes de la oscuridad
de una
tierra hecha de niebla.
Algunos,
locos para el resto,
oyeron
rumores de aire
y
asomaron sus cabezas.
Otros,
ya salidos,
conocieron
que había luz,
otra
vida,
y arrastrándose
en el suelo,
entre
la tierra y el cielo,
pelearon
por ubicarse y saber.
Y Tú,
compasivo y comprensivo,
tomándolos
con tu Brazo,
los
transformaste en crisálidas.
Crisálidas
que no darán mariposas
sino
seres que se fundan en tus rayos,
sumándose
así a tu cielo.
Elspeth 8-1-08
No hay comentarios:
Publicar un comentario