Jn 18. 28 Llevaron a Jesús de casa de
Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos no entraron en el pretorio para no
contaminarse, y así poder comer la pascua.29 Entonces salió Pilato a
ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre?
30 Respondieron y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado. 31
Entonces les dijo Pilato: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley. Y los
judíos le dijeron: A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie;32 para
que se cumpliese la palabra que Jesús había dicho, dando a entender de qué
muerte iba a morir.33 Entonces Pilato volvió a entrar en el
pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos?
34 Jesús
le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?35
Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales
sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?36 Respondió
Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis
servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino
no es de aquí.37 Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey?
Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto
he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la
verdad, oye mi voz.38 Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad? Y cuando
hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dijo: Yo no hallo en él
ningún delito.39 Pero vosotros tenéis la costumbre de que os suelte
uno en la pascua. ¿Queréis, pues, que os suelte al Rey de los judíos?40
Entonces todos dieron voces de nuevo, diciendo: No a éste, sino a Barrabás. Y
Barrabás era ladrón.
19.1 Así que, entonces tomó Pilato a Jesús, y le
azotó. 2 Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la
pusieron sobre su cabeza, y le vistieron con un manto de púrpura; 3
y le decían: ¡Salve, Rey de los judíos! y le daban de bofetadas.4
Entonces Pilato salió otra vez, y les dijo: Mirad, os lo traigo fuera, para que
entendáis que ningún delito hallo en él.5 Y salió Jesús, llevando la
corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: ¡He aquí el hombre!6
Cuando le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, dieron voces,
diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y
crucificadle; porque yo no hallo delito en él.
7 Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos una ley,
y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí
mismo Hijo de Dios. 8 Cuando Pilato oyó decir esto, tuvo
más miedo.9 Y entró otra vez en el pretorio, y dijo a Jesús: ¿De
dónde eres tú? Mas Jesús no le dio respuesta. 10 Entonces le dijo
Pilato: ¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte, y
que tengo autoridad para soltarte?
11 Respondió Jesús: Ninguna
autoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada de arriba; por tanto, el que
a ti me ha entregado, mayor pecado tiene.12 Desde entonces procuraba
Pilato soltarle; pero los judíos daban voces, diciendo: Si a éste sueltas, no
eres amigo de César; todo el que se hace rey,
a César se opone 13 Entonces Pilato, oyendo esto, llevó fuera a
Jesús, y se sentó en el tribunal en el lugar llamado el Enlosado, y en hebreo
Gabata.14 Era la preparación de la pascua, y como la hora sexta.
Entonces dijo a los judíos: ¡He aquí vuestro Rey!15 Pero ellos
gritaron: ¡Fuera, fuera, crucifícale! Pilato les dijo: ¿A vuestro Rey he de
crucificar? Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos más rey que
César.16 Así que entonces lo entregó a ellos para que fuese
crucificado. Tomaron, pues, a Jesús, y le llevaron.
Tres
acusaciones (subrayadas en rojo):
1-
Malhechor
(ladrón)
2-
Se
hizo a sí mismo Hijo de Dios
3-
Se
hace rey
Ante
las dos primeras Pilato no quiere involucrarse pues no afectan a Roma; esto se
ve porque a la primera les dice
Tomadle vosotros, y juzgadle según
vuestra ley
y a la segunda leemos 12 Desde entonces procuraba Pilato soltarle
Es
respecto a la tercera acusación que Pilato se encuentra atrapado y por la que
cede a los deseos asesinos de los judíos
12 los judíos daban voces, diciendo: Si a éste
sueltas, no eres amigo de César; todo el que se hace rey, a César se opone
15 Pilato les dijo: ¿A vuestro Rey he de crucificar?
Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos más rey que César.16
Así que entonces lo entregó a ellos para que fuese crucificado. Tomaron, pues,
a Jesús, y le llevaron.
Tal
como parece por la narración, fuera del pretorio están los judíos que llevan a
Jesús. No entran, sale Pilato. Le
deben decir la primera acusación: ladrón, pues robó monedas en el templo
(episodio de la limpieza del templo), acusación que no afecta a Pilato y les
viene a decir que se apañen con sus leyes. Es entonces, ante su primera
tentativa fracasada, cuando los judíos deben decirle a Pilato la tercera
acusación: que Jesús se hace rey. Es la única explicación lógica a que Pilato
regrese al Pretorio y haga entrar a Jesús preguntándole inmediatamente, (y es
la primera vez que se dirige a Él): ¿Eres tú el Rey de los judíos? Si hubiera hecho
un mínimo caso a la primera acusación de los judíos le hubiera preguntado si
había robado o hecho que robaran las monedas sus seguidores.
Luego
habla con Jesús y sale del pretorio para comunicar a los judíos que tampoco en
esta acusación encuentra delito.
Ellos
destapan entonces el motivo religioso de su odio a Jesús: se hace Hijo de Dios.
Como esto tampoco le afecta a Roma (aunque sí personalmente a Pilato) sigue sin
encontrar delito en Jesús y es cuando los judíos pasan a presionarle y amenazarle
veladamente si no accede a su
determinación de matar a Jesús. Si Pilato se empeñaba en liberar a Jesús ellos
le acusarían de traidor a César al permitir que un judío se autoproclamara rey (aunque
no fuera él quien lo hiciera sino el pueblo sojuzgado y enervado contra el
dominio romano).
Que
la causa por la que Pilato entrega a los judíos a Jesús para que lo crucifiquen
es la acusación respecto a la realeza lo hace patente el propio Pilato en la
inscripción
Jn
19. 19 Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el
cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS.
Hay
mucho en estos pasajes, pero hoy miro cómo las tres acusaciones corresponden a tres poderes que se sienten atacados por
Jesús:
El
poder económico le acusa de ladrón porque con el episodio de la limpieza del
templo pone en peligro el pingüe negocio montado.
El
poder religioso le acusa de blasfemo al decirse Hijo de Dios porque si lo es y
como tal es reconocido, su parafernalia religiosa, su poderío sobre las almas
judías se va al garete. ¿Dónde quedaría el rol de Sumo Sacerdote, en presencia
del que le creó?
El
poder político le acusa de querer hacerse rey. Ahí en una primera capa se ve la
utilización de este argumento por parte del poder religioso y económico para
manipular al dominador romano y conseguir que elimine el peligro que les supone
Jesús, pero en otra capa se puede ver como los hipócritas dirigentes que
enseñan al pueblo a tener la esperanza en las profecías que hablan de un futuro
rey en realidad no quieren a ninguno porque su propio poder quedaría
circunscrito.
También
se me cruza, desde esta óptica, una asociación con las tentaciones a Cristo en
el sentido que
--la
primera se podría ver como una alusión al poder económico en cuanto a pan como
símbolo de las posesiones materiales que facilitan la vida física
Mt 4. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres
Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 El
respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios.
Y Jesús responde a
Pilato: Yo para esto he
nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad.
Y esa verdad era la que
daba la vida, no las riquezas materiales incluidas las de un templo. (Para los
sacerdotes, siguiendo la línea de Salomón, las piedras del templo les suponían
su pan, sus riquezas)
--la
segunda se podría ver como una alusión al poder religioso (lo más alto del
templo y habla de ángeles)
Mt 4. 5 Entonces el diablo le
llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y
le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está:
A
sus ángeles mandará acerca de ti y,
En
sus manos te sostendrán,
Para
que no tropieces con tu pie en piedra.
7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.
Jn
18. 36 si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían
para que yo no fuera entregado a los judíos
Mt
26. 53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él
no me daría más de doce legiones de ángeles? 54 ¿Pero cómo entonces
se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?
El miedo al infierno arma para sojuzgar |
--la tercera en
alusión al poder político
Mt 4. 8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy
alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9 y
le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. 10 Entonces Jesús le dijo:
Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo
servirás.
Jn
18. 36 Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino
fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a
los judíos; pero mi reino no es de aquí
Jn
19. 11 Respondió Jesús: Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no
te fuese dada de arriba;
Él no cayó pero ¿y quien dijo seguirle?
Elspeth.
23/06/13
Citas pertenecientes a Reina Valera 1960
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