sábado, 3 de mayo de 2014

Familia espiritual de Jesús



Mt 12. 46 Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. 47 Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. 48 Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?
49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. 50 Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.
Lc 8. 21 Él entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen.
Mr 9.7 Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd.
Jn 12. 49 Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.

Voluntad de Dios: Oír y hacer.

Jn 17.8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.

Recibir la palabra de Dios reconociendo  a Jesucristo como el Portavoz de Dios y la segunda parte es “hacerla vida”, traducirla en obra. Y si sólo se oye pero no se “hace”  entonces:
Mt 7.21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Según el entendimiento y asimilación de lo oído se es transformado y como el fruto sale del árbol, saldrá la obra.
 

Mt 25. 34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer;
El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Mt 4.4

tuve sed, y me disteis de beber;
Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa. Mr 9. 41

fui forastero, y me recogisteis;
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, Mt 28. 19 

36 estuve desnudo, y me cubristeis;
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,  y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación,  y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; Ef 6. 14-17

enfermo, y me visitasteis;
Sanad enfermos, (fe coja, paralítica, ciega, sorda, muda…) limpiad leprosos  ( negociantes de la Palabra) Mt 10.8

en la cárcel, y vinisteis a mí.
Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre Sal 142.7
Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Jn 8. 34

37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

Hasta ahora generalmente se toma todo esto sólo en el plano físico-material. Considero que es lo mínimo que se puede hacer. Es el plano de lo tangible que captamos por los sentidos. Por otra parte a estas alturas pienso que ya hay muchas conciencias que reconocen que esto se aplica a todo lo que es el ser humano: hambre puede tener el estómago, la mente, el corazón y el alma. Y estoy hablando desde esta última, no porque considere que lo otro no importe sino porque es la que veo que más terriblemente abunda en mis días, hasta el punto que veo que si hay millones de gentes desnutridas en el planeta hay muchos más millones de almas al borde de la inanición. 

Ahora bien, también recojo que quien es capaz de, viéndolo, dejar sufrir hambre de pan material pudiendo saciarla  ¿cómo va  a poder distinguir el hambre del alma?

Elspeth. Agosto 2012.
Todas las citas corresponden a Reina Valera 1960

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