Mucha amplitud y profundidad hay en todo ello pero
en la línea de las presentes reflexiones en torno al castigo, la culpa y la responsabilidad
pienso iría por ver al Padre que muestra Jesús:
-un padre que perdona al hijo pródigo, padre que no envió
al hijo a pasarlo mal sino que este mismo lo eligió, de la misma forma que
elige reconocer su error y volver a su padre.
-un padre que a pesar de que lo desoyeron y
desobedecieron, y quizás por eso mismo, se hace presente (Ex 33.1)
Jn 14. 7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais;
y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. 8 Felipe le dijo:
Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9 Jesús le dijo: ¿Tanto
tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha
visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
-un padre que les
provee de la más excelsa enseñanza
Je 16. 21 Por tanto, he aquí les enseñaré esta vez, les
haré conocer mi mano y mi poder, y sabrán que mi nombre es Jehová.
Jn 15. 15 todas las cosas que oí de mi Padre, os las he
dado a conocer.
-un padre cuya justicia es el perdón, Mt 26. 28 porque esto es mi
sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los
pecados y salvación: Is 52. 10 Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de
todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del
Dios nuestro.
-un padre que quiere liberarlos no del dominio político, económico y demás zarandajas
mundanas, sino del pecado en todas sus acepciones. Jn 8. 34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo,
que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 35 Y el
esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36
Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Elspeth. Abril 2013
Todas las citas corresponden a Reina Valera 1960
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