Lc 6. 6 Aconteció también
en otro día de reposo, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un
hombre que tenía seca la mano derecha. 7 Y le acechaban los escribas y los
fariseos, para ver si en el día de reposo lo sanaría, a fin de hallar de qué
acusarle.
Mt 12. 10 Y he aquí
había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder
acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?
Lc 6. 8 Mas él conocía
los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate,
y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie.
9 Entonces Jesús les
dijo: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en día de reposo hacer bien, o hacer
mal? ¿salvar la vida, o quitarla?
Mr 3. 4 Pero ellos
callaban.
Mt 12. 11 Él les dijo:
¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo
en día de reposo, no le eche mano, y la levante? 12 Pues ¿cuánto más vale un
hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de
reposo
Mr 3. 5 Entonces,
mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones,
dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada
sana.
Lc 6. 11 Y ellos se
llenaron de furor, y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús.
Lucas
nos indica que es la mano derecha la seca, la paralizada. ¿Qué puede significar
esto?
Ecl 10:2 El corazón del
sabio está a su mano derecha, mas el corazón del necio a su mano izquierda.
Creo
entender que al indicar que la mano seca era la derecha está diciendo que este
hombre no tenía sabiduría de Dios; que si la mano derecha es la generosa, la
perdonadora, la que hace el bien sin acepción y sin cálculo, la capacidad de
amar de este hombre había quedado paralizada.
Con
la actitud y el hacer Jesús se la restaura porque Él mismo le muestra cómo es
amar aún a los enemigos y sobreponerse
al temor.
¿Cómo
lo hace?
En
la sinagoga están los enemigos de Jesús como lobos al acecho, como perros
fieles a su entendimiento de una ley que les reporta poder sobre las “ovejas”.
Jesús lo sabe, conoce bien sus pensamientos, sus miradas torvas.
No
recoge ninguno de los tres evangelios ni lo que enseñaba Jesús en la sinagoga,
ni si había habido alguna petición por parte del hombre, o simplemente, sabiendo
de otras curaciones, los escribas y fariseos estaban expectantes y ansiosos porque
la hubiera y así “cazar” a Jesús.
Como
otras veces le lanzan una pregunta “trampa” y ,como otras veces, Jesús intenta abrir sus entendimientos y corazones
confrontando su apego a una literalidad mal entendida de la ley al espíritu de la ley. Está amando a sus “enemigos”.
Mientras, el hombre de la mano seca escucha y observa.
Ellos
callan mientras sus semblantes reflejan su malestar y su furia contenida. Jesús
insiste poniéndoles ejemplo cercano de la vida cotidiana y también ahí les remarca
el valor de una persona. Como colofón responde a la pregunta inicial con
firmeza y sin sombra de dudas “es lícito hacer el
bien en los días de reposo”. El hombre de
la mano seca siente mezcla de alegría porque sabe que será sanado, admiración y
a la vez preocupación por Jesús ya que éste se enfrenta abiertamente a la
posición de escribas y fariseos.
Jesús
les mira lentamente, el silencio es denso y en él se palpa la irritación de
escribas y fariseos, la rabia crecida hacia Jesús. Éste siente una profunda
tristeza por ellos ya que no quieren ser sanados. No entienden que el hombre de
la mano derecha seca es símbolo de ellos mismos. Jesús ama a sus enemigos enseñándoles
pero ellos no aceptan su amor, no quieren aprender.
En
ese momento sólo uno aprendió: el hombre que tenía la mano seca ya que cuando
Jesús le dice que extienda su mano no dice “ no puedo”, o “no debo saltarme la
ley”, no calla y desobedece por miedo a las represalias de los poderosos…sino
que cree “en” y “a” Jesús, le obedece; ha quedado curado.
Is 41:13 Porque yo
Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas,
yo te ayudo.
Elspeth.abril 2014
Todas las citas corresponden a Reina Valera 1960
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