No es lo mismo orgullo que soberbia como se ve en la siguiente cita: Lv 26. 19
Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo,
y haré vuestro cielo como hierro, y vuestra
tierra como bronce.
Satisfacción que siente una persona por algo propio que considera muy bueno o
digno de mérito.
Respecto a Dios no cabe
orgullo y menos aún soberbia porque ya dijo Je 9. 24
Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, y esto le es dado por Él si en humildad lo
recibe.
Jesús da un consejo de sabiduría para no enorgullecerse y menos aún ensoberbecerse: Lc 17. 10 Así también vosotros,
cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido
ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.
SOBERBIA
-concederse
más méritos de los que uno tiene, estimarse a sí mismo
demasiado por encima de su valor real , auto situarse por encima de
Una descripción de la soberbia de un rey: Dn 11 .36 Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá. 37 Del Dios de sus padres no hará caso, ni del amor de las mujeres; ni respetará a dios alguno, porque sobre todo se engrandecerá.
En la cofesión que hace Esdras de los pecados de Israel también habla de la soberbia ante Dios
Nh 9.29 Les amonestaste a que se volviesen a tu ley; mas ellos se llenaron de soberbia,
y no oyeron tus mandamientos, sino que pecaron contra tus juicios, los
cuales si el hombre hiciere, en ellos vivirá; se rebelaron, endurecieron
su cerviz, y no escucharon.
Ab 1.3 La soberbia de
tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu
corazón: ¿Quién me derribará a tierra?
Jesús enseña sobre soberbia y humilad en la parábola del fariseo y el publicano
Lc 18. 9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros (soberbia), dijo también esta parábola:
10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. 11 El
fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy
gracias porque no soy como los otros hombres,
ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
13 Mas
el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo,
sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí,
pecador.
14 Os
digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque
cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será
enaltecido.
Dios aborrece la soberbia Pro 8.13 La soberbia y la arrogancia, el mal camino,Y la boca perversa, aborrezco.
Stg 4.6 Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
por eso Jesús aconseja Mt 11. 29 aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón
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