Lc 9. 54 Viendo
esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que
mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?
55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; 56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.
El episodio a que aluden Jacobo y Juan es
2 Re 1. 9 Luego
envió a él un capitán de cincuenta con sus cincuenta, el cual subió a
donde él estaba; y he aquí que él estaba sentado en la cumbre del monte.
Y el capitán le dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho que desciendas. 10 Y
Elías respondió y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de
Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta.
El carácter violento de Elías también se vio en este otro episodio
1 Re 18. 22 Y
Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová;
mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres.
37 Respóndeme,
Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová,
eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos.
38 Entonces
cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y
el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.39 Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: !!Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!40 Entonces
Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape
ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y
allí los degolló.
Tras esto Elías huyó y fue a refugiarse en una cueva en Horeb
1 Re 19. 8 Se
levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó
cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.9 Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?
10 El
respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos;
porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus
altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y
me buscan para quitarme la vida.
11 El
le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí
Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y
quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el
viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el
terremoto.12 Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego.
Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.
Elías justificaba su ira y su violencia diciendo que era por "celo"; Jesús parece señalar que no es ese su Espíritu y que sus seguidores tampoco deben participar de ese espíritu destructor, lo cual encaja con lo que leemos en el versículo 11 de 1 Re 19: Dios no está en la destrucción. Jesús lo señala hablando de su misión de salvar las almas, no perderlas. Esto mismo que dice me parece verlo reflejado en "un silbo apacible" ya que es un silbo lo que hacía un pastor para llamar a sus ovejas.
Mt 11. 28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Jn 14. 27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Personalmente a silbo apacible me suena el Evangelio en boca de Jesús mientras que me es más complicado distinguirlo entre "el poderoso viento,el terremoto o el fuego" que traían las voces del Antiguo Testamento. Por ello intento aguzar el oído.
Elspeth. Agosto 2014.
Citas de Reina Valera 1960.
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