Mt 5. 13 Vosotros
sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada?
No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
Lc 14. Cuando la sal
pierde su sabor 34 Buena es la sal; mas si la sal se hiciere
insípida, ¿con qué se sazonará? 35 Ni para la tierra ni para el
muladar es útil; la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.
Mr 9. 49 Porque todos serán salados con fuego, y todo
sacrificio será salado con sal. 50 Buena es la sal; mas si la sal se
hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos; y tened
paz los unos con los otros.
--en cuanto a alimentación la sal da sabor a los alimentos y sirve para preservarlos. Ellos debían ser sal en
cuanto a preservar el alimento
espiritual que supone la doctrina de Dios dada por Jesús.
--en cuanto a la tierra la sal con determinada
composición química y en ciertas dosis supone un abono, un enriquecer la tierra
para hacerla más productiva. En ese sentido los apóstoles deberían ser, por su
anuncio del evangelio, por su trabajo, los que hicieran de las almas “buena
tierra” donde creciera y fructificara la Palabra de Dios (semilla).
--Los apóstoles como sal del Nuevo Pacto
Lv 2. 13 Y
sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu
ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.
Nm 18.19 Todas
las ofrendas elevadas de las cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieren a
Jehová, las he dado para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo, por
estatuto perpetuo; pacto de sal perpetuo es delante de Jehová para ti y para tu
descendencia contigo.
El cambio de Pacto implica cambio de sacerdocio
porque como “sal“ el anterior se había vuelto insípido y por ello
fue echado fuera, fuera de Jerusalén en lo tangible.
Si tomo Ex 19.
5 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros
seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la
tierra. 6 Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son
las palabras que dirás a los hijos de Israel. Creo entender que como
pueblo, respecto al planeta, habían sido tomados para ser la sal pero se
volvieron insípidos, inútiles por incumplir el pacto y fueron echados fuera y
hollados por los hombres (despreciados, errantes, perseguidos, rechazados…)
Jesús, el Sacerdote
de Dios levanta los nuevos sacerdotes constituyéndolos en sal del Nuevo Pacto entre
Dios y los hombres.
Mt 28. 19 Por tanto, id, y haced discípulos
a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os
he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén.
Sería como decir que Jesús, como Sacerdote quiere presentar
la especie humana como ofrenda a Dios y esa comisión a sus apóstoles viene a ser cuando espolvorea la “sal”.
Jesús había santificado a los apóstoles hasta donde había
podido (Jn 16.12 Aún tengo
muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.) por ello
pide al Padre que los santifique con la Verdad, lo cual se daría cuando
enviaran el otro Consolador (Jn 16.13) que les recordaría y les guiaría a toda
la Verdad (Sal 119.160 La suma
de tu palabra es verdad).
El mandamiento del Señor sobre la "sal" en este sentido entiendo que queda implícita en el aviso sobre el volverse insípida, inútil, lo cual sucedería cuando dejaran de ser santos, esto es, en lugar de apartarse de las palabras vanas o engañosas de otros se mezclaran con ellas; cuando dejaran de lado la Verdad de Dios para irse tras verdades diferentes ya fueran las suyas propias o la de supuestos gurús, maestros, falsos profetas...
Elspeth. Mayo 2014
Citas de Reina Valera 1960