viernes, 19 de agosto de 2016

Diálogos al atardecer

Es tarde.Las primeras estrellas se encienden en el cielo mientras los añiles se tornan mas intensos hasta oscurecerse.
Ha sido un día largo y cansado. Tus hombres caminan silenciosos tras de Tí.
     -¡Qué pena!-comenta uno a su cercano
     -¿Qué cosa?
     -Que parecía que aquel joven rico se uniría a nosotros.Pero no...-respondió con cierta amargura.
     -Hubiera sido buena cosa que se hubiera unido.Habría, quizás, arrastrado a otros y por otra parte sus influencias podrían sernos útiles en algún momento.
    -Bueno...a veces no entiendo al Maestro.¿Quiere o no quiere que cambiemos las cosas?¿Cómo vamos a instaurar un reino si no somos más y poderosos?
    -Ya le has oído: que vendiera sus posesiones y le siguiera.¡Vender sus posesiones!¡Ni que fuera tan fácil! Nosotros al fin y al cabo poco teníamos y lo que teníamos lo tienen nuestras familias.
Yo no le he acabado de entender.
    -Yo tampoco


    -"Vender lo que tienes" no forzosamente puede referirse a cuestiones materiales-terció un tercero que, en oyéndoles, se acercó 
    -¿Ah, no?
    -No, por lo mismo que decís.Nosotros no hemos vendido casas o barcas pero sí hemos "vendido" lo que poseíamos: lo hemos dejado todo por seguirle.
    -De todas formas...Él también dijo que no se podía amar a Dios y a las riquezas. Quizás se refería a que el joven tenía que optar.
    -¿Optar a qué?
    - A qué priorizaba: si a servir y ocuparse de las cosas de Dios siguiendo al Maestro u ocuparse de mantener e incrementar sus riquezas.
    -Quizás tengas razón pero con todo...hubiera podido sernos útil el joven.

   -Pedro, Pedro¿aún no entiendes?El reino no es un reino físico de espadas, cargos, dominio...el reino no se instaura por la fuerza, ni a base de obligaciones. El reino se instalará en los corazones y en las mentes.
Eso les has dicho detenido y vuelto a mitad del camino. Tu voz ha sonado con un matiz de padre cansado de ver la incomprensión de sus hijos.
Tus tres hombres te miran como niños pillados en travesura.
Está claro que te aman pero no te comprenden. Tú lo sabes pero no alcanzan;también lo sabes.Callas y les acaricias con la mirada.Siento cómo se derriten bajo tu ternura y aunque siguen sin entender se esfuman de ellos ambiciones, sueños de cargos en el reino, campañas contra los romanos...
    -¿Qué sentís ahora?-preguntas con tu voz clara y profunda
Balbucean
   -Señor, Maestro...nuestro corazón se ha caldeado como olla al fuego.Perdona que no entendamos pero te seguimos y seguiremos.
Una leve sonrisa triste revolotea un segundo en tus labios
   -Seguirme es sobre todo que eso que sentís en vuestro corazón ahora se instale y lo hagáis vida, y no para Mí solamente sino entre vosotros y aún más alla hacia vuestros hermanos los hombres. Ese es el reino que busco, que buscamos mi Padre y Yo.


Te volteas y prosigues caminando. Ellos se miran; sus ojos brillan, sus rostros resplandecen comparados con momentos anteriores, ya no hay sombra de cansancio. Nada dicen, se sonríen mutuamente y reemprenden el camino.

El pequeño Juan se acerca a Tí y camina a tu lado
    -¿Qué ha pasado, Maestro?
    -Nada, Juan, necesitaban aliento y enseñanza.
    -Sólo he oído el final de lo que has dicho
    -¿Y lo entiendes?
    -Cuando estoy Contigo sí; luego, si estoy lejos u oigo a otros...a veces me lío.
    -¿Por qué?
   -Porque nadie es como Tú. Van a sus propios intereses, piensan en dinero o en fama, o tienen rabias...No están en paz.
   -¿Dirías que Yo estoy en paz?
  -Sí, Maestro. Yo no se explicarlo pero transmites paz aunque nada digas o hagas. Y aun cuando digas o hagas o incluso riñas, algo en Tí me sabe siempre a paz.Es un poco misterioso.
   -Verás, Juan, los hombres llaman paz a cuando no pelean, no riñen unos con otros, no contienden.
Ese es un tipo de paz pero no el único.
   -¿Cuál es tu paz, Maestro?
   -¿Cuál crees tú que es?
Juan calla profundamente reconcentrado, como rebuscando en sí mismo.
   -Creo que es que Tú no peleas Contigo mismo dentro de Tí y creo también que tiene que ver con tu unión con tu Padre. Te he visto a veces cuando vuelves de orar en la noche -Juan se ruboriza al confesarte su "espionaje". Tú sonríes-  y es cuando más paz me llega. Es ...es ...como cuando el sol me baña con sus rayos. Así tu paz, en esos momentos, es tan intensa que me llega. Es como si se propagara por el aire hasta mí, contagiándome.

   -Juan, eres todo un poeta, y haces bien porque es lo más aproximado a lo que ocurre. Sí, Juan, has atinado en lo que captas. Tú dices que cuando estás Conmigo estás en paz, que Yo te "contagio" de la mía.
   -Sí
   -Pues de igual manera mi Padre a Mí.
   -¡Me gustaría tener tu paz siempre en mí!
   -Yo te la doy siempre que quieras
   -¿Cómo? Cuando no estoy Contigo no es lo mismo.
  -Juan, prueba esto: cuando no estés Conmigo y notes que tu paz se perturba por ingerencias externas piensa en Mí, llámame internamente, recuérdame, recuerda este instante y la paz volverá a tí.
   -¿Así de simple?
   -Pruébalo y me cuentas. Y ahora vamos con los demás.

La noche ha caído mansamente y gracias a una redonda y blanca luna llena podéis ver el camino.Te detienes y esperas a que tus hombres se reúnan Contigo.
Es una noche tibia pues la primavera comienza su despedida anunciando un verano que lanza, en el día, sus primeros calores.
   -Podemos pasar la noche aquí, bajo los olivos
   -Sí, sí-aceptan tus hombres encantados de poner fin al día.


Os adentráis en el campo y bajo el más frondoso os sentáis a la par que tus hombres van sacando de sus morrales las escasas viandas que portan: algunos dátiles, unos puñados de pasas, trozos de pan algo resecos...Se nota el cansancio pues poco se habla. De cuando en cuando se cruzan miradas y de cuando en cuando Tú les miras.
Acabada la cena, y según la costumbre de tantas noches, cada cual extiende su manto o se arrebuja en él para pasar la noche.
Los sonidos nocturnos me saben a nana.Tú te apoyas en el tronco, les contemplas un momento como el pastor a sus ovejas dormidas y cierras los ojos.
Nada parece que digas pero sé que hablas a tu Padre y no sé por qué creo que le das las gracias por estos hombres que te ha dado y le pides por ellos.
Tras un tiempo -no sé cuánto- Tú también te derramas sobre la tierra y duermes.

Elspeth. 8-16


domingo, 7 de agosto de 2016

Esaú/Jacob ; Saúl/David



Gn 25. 20 y era Isaac de cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel arameo de Padan-aram, hermana de Labán arameo. 21 Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer. 22 Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová;
23 y le respondió Jehová:
    Dos naciones hay en tu seno,
    Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas;
    El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo,
    Y el mayor servirá al menor. 
24 Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre.
25 Y salió el primero rubio, y era todo velludo como una pelliza; y llamaron su nombre Esaú.
26 Después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú; y fue llamado su nombre Jacob.(el que suplanta) Y era Isaac de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz.

Rebeca tomada aquí como profecía del reino lleva dos reyes: Saúl y David. Esaú sería Saúl que surge primero;  tras él surge Jacob -David.

¿En qué suplanta David a Saúl?
En el episodio de su visita al santuario de Nob
1 S 21. 1Vino David a Nob, al sacerdote Ahimelec; y se sorprendió Ahimelec de su encuentro, y le dijo: ¿Cómo vienes tú solo, y nadie contigo?
Y respondió David al sacerdote Ahimelec: El rey me encomendó un asunto, y me dijo: Nadie sepa cosa alguna del asunto a que te envío, y lo que te he encomendado; y yo les señalé a los criados un cierto lugar. 
Nada le había encomendado el rey antes bien Saúl perseguía a David con intención de matarlo.El sacerdote le da pan sagrado (y sabemos que pan es símbolo de palabra que alimenta el alma). Parece ser que el sacerdote debió creer que David le estaba pidiendo en nombre del rey los libros de la ley para copiarlos segun constaba en "Instrucciones acerca de un rey"
Dt 17. 18 Y cuando se siente sobre el trono de su reino, entonces escribirá para sí en un libro una copia de esta ley, del original que está al cuidado de los sacerdotes levitas

David en Nob
También podemos ver a David como el Jacob que suplanta a Esaú-Saúl en
Gn 27. 11 Y Jacob dijo a Rebeca su madre: He aquí, Esaú mi hermano es hombre velloso, y yo lampiño. 
15 Y tomó Rebeca los vestidos de Esaú su hijo mayor, los preciosos, que ella tenía en casa, y vistió a Jacob su hijo menor; 16 y cubrió sus manos y la parte de su cuello donde no tenía vello, con las pieles de los cabritos; 


Si el cabello, el pelo, el vello, simboliza pueblo  ¿qué cantaban en el reino por lo que se enconaron los celos de Saúl respecto a David
Saúl tiene celos de David 
1 S 18. 6 Aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl, con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música.
Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían:
    Saúl hirió a sus miles,
    Y David a sus diez miles.
Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.
Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David. 
David suplantó a Saúl en el reconocimiento de su pueblo.

Citas de Reina Valera 1960

Elspeth 8-16 



Samuel como "padre" del reino



Es Samuel quien "pone y quita"  rey.
 A Saúl, a quien unge como príncipe
1 S 10.1  Tomando entonces Samuel una redoma de aceite, la derramó sobre su cabeza, y lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel? 

Después a David 
1 S 16. 13 Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá.


Cumple así la profecía que consta en

Dt 17 Instrucciones acerca de un rey
14 Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores;
15 ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano. 

Con ello pone fin al período de "medio tiempo" (500 años) de jueces y se inicia el "tiempo" (1000 años) de reyes y profetas

Citas de Reina Valera 1960

Elspeth 8-16